Todas las fechas FIFA resultan inoportunas por algún motivo, aunque ninguna lo es tanto para el futbol mexicano como la que tendremos este fin de semana.

 

El hecho de frenar la actividad del torneo de liga justo cuando correspondería disputar la última jornada del campeonato, parece absurdo y por demás incómodo. Una situación derivada del calendario fijado por la FIFA para que las selecciones tengan actividad, en nuestro caso los primeros dos partidos eliminatorios del Tri rumbo a Rusia 2018.

 

Nadie duda que los compromisos que esperan al representativo mexicano son demasiado importantes (recibir a El Salvador, ir a Honduras) y se entiende que su programación es del todo ajena a nuestro país. No obstante, qué difícil es interrumpir una liga en su momento culminante y reanudarla tras algo más de una semana en que los jugadores saldrán por completo de concentración y en algunos casos viajarán lejos para diversos cotejos (muchos de ellos, eliminatoria sudamericana).

 

La federación mexicana no tenía posibilidad de posponer el certamen una semana, porque entonces la Final se habría ido hasta el veinte de diciembre. La otra opción hubiese sido adelantarse con otra fecha doble, aunque eso a menudo se traduce en pérdidas por las menores asistencias y audiencias al jugar a mitad de semana.

 

De forma tal, que la Liga Mx quedó atrapada en el calendario y verá a buena parte de sus contendientes definiendo su destino en tan impertinente situación.

 

Lo único seguro hasta ahora es que Pumas será superlíder y que hay otros cuatro cuadros clasificados a la liguilla (Toluca, Tigres, América y León), al tiempo que Chiapas, Puebla, Monterrey, Morelia, Veracruz, Querétaro, Pachuca y Chivas todavía tienen alguna esperanza de meterse. Es decir, que muchos de ellos se juegan la vida en la incómoda última jornada que sigue a la fecha FIFA.

 

Por supuesto que los españoles también podrán quejarse porque la actividad de las selecciones precede nada menos que al clásico Real Madrid-Barcelona, pero en ese caso es su culpa. A diferencia de la situación mexicana, que ofrecía nulas alternativas, allá sí se pudo haber puesto un candado para que el cotejo más relevante del torneo no cayera ahí.

 

Los directores técnicos Luis Enrique y Rafael Benítez apenas contarán con su plantel completo en un par de entrenamientos posteriores al ajetreo eliminatorio. La mitad de los veintidós elegidos que inicien el clásico pasarán los próximos días con sus selecciones e incorporarán cansados, con jet lag, desorientados, algunos lesionados, al compromiso que tiende a definir una liga (la cifra sería mayor si Gareth Bale, Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Luis Suárez, Lionel Messi, no estuvieran exentos por diferentes motivos).

 

Nada que hacer ante esto, porque una fecha FIFA es tan incómoda como inevitable.

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