La Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes es un éxito en la recaudación de impuestos sobre refrescos y comida chatarra, pero ha fracasado en prevenir estas enfermedades porque tiene recursos limitados y, a pesar de contar con cuatro programas para ello, ninguno cumple íntegramente los objetivos de la estrategia reveló un estudio de la Alianza por la Salud Alimentaria.

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) generó un incremento de 56% en su recaudación del último año, al pasar de 18 mil 055 millones de pesos en 2014 a 33 mil 619 millones de pesos en 2015. Su objetivo inicial en la Estrategia era reducir el consumo de refrescos y comida chatarra, pero también que una “partida sustancial” fuera destinado a la prevención de obesidad y a la construcción de bebederos escolares.

Sin embargo, de acuerdo con los resultados del estudio “Una epidemia sin vacuna: La discusión fiscal y presupuestaria del año 2016 y la prevención del sobrepeso y la obesidad en México”, desde 2014 los recursos no se etiquetaron, por lo que no hay manera de saber si el dinero recaudado de refrescos y comida chatarra se están usando para prevenir las enfermedades.

Los esfuerzos (en prevención) parecen muy limitados. Encontramos una dificultad importante para ubicar el monto específico de los recursos que efectivamente se destinan a acciones de prevención, así como los programas a través de los cuales se ejercen estos recursos”, menciona el documento.

La investigación sólo ubicó cuatro programas para prevenir estas enfermedades o garantizar el acceso al agua con un presupuesto en conjunto de mil 332 millones de pesos (3.9% de lo recaudado por IEPS en 2015); otros seis programas son para prevención en salud, pero con objetivos distintos a los de la estrategia (como vacunación infantil); y la mayoría de los programas ya existían desde 2013, antes de la introducción del impuesto.