WASHINGTON. Hillary Clinton sorteó ayer quizás el más peligroso desafío para sus aspiraciones presidenciales. En una áspera audiencia ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga las muertes del embajador estadunidense en Libia, Chris Stevens, y otros tres funcionarios en Bengasi, la ex secretaria de Estado y aspirante a la candidatura presidencial demócrata asumió su responsabilidad por el ataque contra el consulado estadunidense en Bengasi en 2012 y aseguró que hizo cuanto pudo ante la situación.

 

Haciendo frente a punzantes y numerosos preguntas de republicanos, Clinton, que fuera entonces jefa de la diplomacia estadunidense aseguró que no existe el riesgo cero para los diplomáticos en el exterior y que teniendo en cuenta la información disponible en ese momento, la reacción del gobierno estadunidense fue la mejor posible.

 

En su comparecencia señaló que el ataque en Bengasi muestra el “inevitable nivel de riegos” que hay que aceptar para proteger al país y avanzar en “nuestros intereses y valores” en lugares peligrosos.

 

“Hemos aprendido de la manera más dura que cuando Estados Unidos se ausenta de zonas inestables hay consecuencias”, dijo Clinton.

 

Asimismo, dijo que asume “toda la responsabilidad” de haber mandado a Stevens a Libia en un momento de gran inestabilidad en la región, al tiempo que recordó que el diplomático era un “amigo de los libios” y un apasionado de Oriente Medio que sabía los riesgos a los que se exponía.

 

Clinton fue objeto de duras preguntas por parte de los legisladores republicanos, quienes acusan a la Administración Obama de no contar toda la verdad sobre lo que ocurrió en el ataque.

 

A la polémica sobre el atentado se sumó en los últimos meses otra acerca del uso por parte de Clinton de su cuenta de correo personal para asuntos de Estado, sobre lo que también se le preguntó a lo largo de la sesión, que superó hasta el cierre de esta edición, siete horas de duración.

 

Los legisladores republicanos miembros del comité cuestionaron a Clinton por la ausencia de correos en sus archivos relativos a un ataque previo ocurrido en Libia en abril de 2012, y reprocharon a la ex secretaria una falta de interés por las tensiones crecientes en el país norteafricano.

 

La aspirante a la candidatura demócrata explicó que “la mayor parte” de su trabajo como jefa de la diplomacia estadunidense no lo realizaba a través de correos electrónicos, sino a través de reuniones personales o llamadas telefónicas.

 

La también ex primera dama, emocionada en ciertos momentos de la maratoniana audiencia, aseguró a los congresistas “haber perdido más horas de sueño” a causa de lo ocurrido que todos los legisladores presentes juntos.

 

Clinton, que mantuvo la compostura pese a los reiterados ataques, fue duramente interpelada por el legislador Jim Jordan, quien la acusó de ocultar deliberadamente información a la ciudadanía.

 

Muchos consideran que la insistencia republicana en abordar este asunto responde a intereses electorales y, más que aclarar los hechos, pretende minar la candidatura de Clinton.

 

“El propósito de este comité es procesarla a usted”, dijo el congresista demócrata Adam Smith en defensa de Clinton.

 

“Se trata de una acusación judicial, de un ejercicio partidista. Llevamos cinco horas con esto y no hemos sabido nada nuevo sobre lo que pasó en Bengasi”, añadió.

 

La audiencia de ayer era largamente esperada por los republicanos, pese a que diversos comités del Congreso estadunidense han hecho varias investigaciones sobre Bengasi que han concluido que la versión de Clinton es veraz.

 

Un marine muerto y 70 rehenes liberados

 

Mientras la la ex secretaria se enfrentabas a la cita en el Congreso, El Pentágono anunciaba la liberación de 70 rehenes y la muerte del primer soldado de EU que cae en combate directo contra el Estado Islámico, durante una operación de las fuerzas especiales para liberar a rehenes en una prisión cerca de Hawija (norte de Irak). También se detuvo a cinco terroristas del grupo yihadista y se dio muerte un número significativo de terroristas, al tiempo que se consiguió liberar a unos 70 rehenes, entre ellos 20 miembros de las Fuerzas de Seguridad Iraquíes y varios civiles.

 

En tanto, la cancillería rusa informaba que  el ex presidente de EU Jimmy Carter entregó a Rusia mapas con las posiciones del Estado Islámico y de otros grupos yihadistas en Siria. En un comunicado la cancillería detalló que esos mapas “incluyen las posiciones de las fuerzas gubernamentales, EI y otros grupos”.