Gente enardecida de tres municipios de Puebla le han arrebatado la vida a cinco personas este año. La causa: las señalaron de ladronas o asesinas. De enero al lunes pasado, han ocurrido 37 intentos de muchedumbres de hacerse justicia por mano propia.

 

De acuerdo con Jesús Rodríguez Almeida, secretario de Seguridad Pública en el estado, policías han rescatado en lo que va del año a 37 personas a quienes han intentado linchar.

 

A la primera víctima, un joven de entre 18 y 20 años de edad, lo acusaron de robar casas en un fraccionamiento de Tehuacán, y la madrugada del 5 de enero, en su domicilio, fue sorprendido por un centenar de vecinos junto a sus cómplices –un hombre, una mujer y un menor de edad– a quienes golpearon y ataron entre dos árboles.

 

El presunto delincuente murió por la golpiza en abdomen, piernas, brazos y cabeza. La muchedumbre enfurecida lanzó una advertencia “si volvían a robar, haríamos justicia por nuestra propia mano”.

 

Ocho meses después, en septiembre pasado, a 204 kilómetros de Tehuacán, en el municipio de Cohuecán, dos sujetos fueron acusados de secuestrar a Daniela N, de 15 años, quien al huir señaló a sus captores. La comunidad con machetes, palos y escopetas se organizó para peinar la zona y localizarlos.

 

Al encontrarlos, los colgaron de un árbol y golpearon hasta la muerte. Luego, balearon los cadáveres, sin que los policías municipales pudieran impedirlo. Las autoridades informaron que los agredidos eran oriundos del estado de Morelos.

 

Apenas el año pasado, en la Junta Auxiliar de San Andrés Ahuatelco, del mismo municipio de Cohuecán, un presunto ladrón fue asesinado y también colgado de un árbol, al querer robar un vehículo.

 

La noche de este lunes ocurrieron los dos asesinatos que suman cinco víctimas este año: dos hermanos fueron golpeados y quemados vivos, acusados de intentar secuestrar a una menor; aunque la niña agredida indicó que ellos no eran sus agresores, la turba consumó los crímenes.

 

Los linchamientos en Puebla se han registrado desde 1968: en San Miguel Canoa, los habitantes asesinaron a cinco excursionistas.