DALLAS. Brandon Weeden parece no tener estrella y cuando se juega para los Vaqueros de Dallas, no hay forma de sostenerse.

 

El pésimo partido del fin de semana ante los Patriotas, parece que será la sentencia que lo mande a la banca, para dar paso a Matt Cassel, ex patriota, aunque nada espectacular como para pensar en un regreso vaquero.

 

Weenden perdió nada menos que su décimo primer partido consecutivo como mariscal de campo titular en la NFL. Su promedio fue de 4.8 yardas por pase, en 26 completos, sin lograr anotación y sí sufrió una intercepción.

 

Lo mejor para los Vaqueros podría ser que la semana seis de la NFL les tocará descanso, antes de visitar a los Gigantes, en un duro partido que podría definir el futuro vaquero hacia la Postemporada.

 

No obstante, los problemas ofensivos de Dallas no son sólo de Weeden. Sus receptores no están en el tono más seguro y los corredores no encuentran espacios para penetrar las defensivas rivales.

 

El pesimismo ha tomado a Weeden, quien incluso se ha quejado de su mala suerte en algunos encuentros. “Apesta, para ser honestos, pero no lo puedes controlar“, fueron sus palabras después de la paliza de Patriotas.

 

“Sólo puedo controlar el ir allá afuera y ejecutar. No lo sé. Es frustrante”, agregó en el recuento de los daños que ha acumulado en los controles Vaqueros.

 

Y terminó con “Norv Turner (coordinador ofensivo de Weeden con Cleveland) me dijo, hace mucho tiempo, sentados en la reunión de mariscales, ‘Brandon, no sé qué le has hecho a la gente, pero eres el jugador con peor suerte que he conocido. Y lo soy, desde que era niño. No sé qué hice, pero nunca perderé la confianza en mis habilidades. No estaría aquí, poniéndome en este lugar, si no pudiese desempeñarme en esta posición”.