Los cárteles mexicanos han desplazado a sus homólogos colombianos en la producción de heroína que se vende en los Estados Unidos. Según un informe reciente de la Administración para el Control de Droga de ese país (DEA, por sus siglas en inglés) el 50% del cultivo de amapola, planta que da origen a la heroína, se produce en territorio mexicano.

Así lo advirtió Jack Riley, un agente especial de la DEA, al rendir una declaración ante el Congreso con el objetivo de generar propuestas legislativas sobre la lucha al abuso de drogas en ese país. De acuerdo con lo expuesto por el funcionario el tráfico de heroína “ha aumentado masivamente”, lo cual se ve reflejado en un incremento del cultivo de adormidera, así como de las redes de distribución, principalmente en la costa este de los Estados Unidos.
La heroína con destino a los Estados Unidos se origina principalmente en México y, en menor medida, en Colombia. Las organizaciones criminales trasnacionales mexicanas (cárteles) ahora están compitiendo por el tráfico de heroína en la zona del Este, la Costa y el Atlántico Medio, introduciendo heroína de alquitrán, y están desarrollando nuevas técnicas para producir heroína blanca altamente refinada”.
Con base en el informe de la agencia antidrogas estadunidense, se documentó que el cultivo de amapola en México se ha incrementado un 50%, principalmente en Guerrero y el llamado “Triángulo Dorado”, conformado por zonas colindantes entre Durango, Sinaloa y Chihuahua.
Es precisamente en esa región, donde organizaciones criminales como el cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha logrado ampliar su territorio en los mercados estadunidenses al desarrollar técnicas de producción más sofisticadas. “Organizaciones como el Cártel de Sinaloa es extremadamente peligrosa y violenta, y siguen siendo de los principales proveedores de heroína a los Estados Unidos”, señala el documento presentado por el agente.
Muestra de esta creciente producción, indicó Riley, es que de las rutas predilectas de tráfico de droga, asentadas en la frontera suroeste de ambos países, las incautaciones de heroína se ha duplicado en el período de 2009 y 2013, al pasar de los Estados Unidos y México, donde las incautaciones de heroína se duplicaron entre 2009 y 2013 de los 846 a los 2.196 kilogramos.
De acuerdo con la declaración de la DEA, la incipiente oferta se ha visto beneficiada por la alta demanda que hay en territorio estadunidense, no obstante se advierte que ante “la amenaza de estas organizaciones (cárteles) por el alto nivel de violencia asociado a sus intentos de controlar y expandir sus operaciones de distribución (…) la DEA continuará al frente a fin de identificar, interrumpir y desmantelar a las organizaciones”.

 Oportunidad de explotación

 

Un análisis de la consultora Insight Crime, especializada en temas de seguridad y crimen organizado, apunta que el fenómeno creciente de tráfico de heroína de México hacia los Estados Unidos se deriva de los cambios que en los últimos años ha implicado la disminución en el consumo de cocaína, y la proliferación de estados norteamericanos donde se ha legalizado el consumo de mariguana, por lo que el mercado de la heroína cuenta con una mayor competencia, y los cárteles lo identifican como “un reemplazo rentable”.

La hipótesis en la que se podría basarse el crecimiento de los narcotraficantes mexicanos en la producción de heroína, según la consultora estadunidense, es una estrategia de tres principales pilares: el aumento gradual de la producción (de amapola), la expansión a nuevos mercados (nuevas rutas de tráfico), y la innovación en técnicas de producción para competir directamente con sus rivales colombianos.