A cuatro décadas de su primera edición, el Festival Internacional de Cine de Toronto se ha convertido, por méritos propios, en uno de los cuatro festivales fílmicos más importantes del mundo, sólo detrás de Cannes y quizá ya en el mismo nivel que el de Berlín y el de Venecia. Vamos, incluso los ha superado en cuanto a la cantidad de filmes, celebridades, medios y personas que lo visitan cada septiembre.

 

Para su presente edición tuve la oportunidad de cubrir la mayor parte del evento, el cuál es, si se vale la palabra, monstruoso: 399 trabajos, de 71 países y una asistencia estimada en total en cerca de medio millón de personas que habrán visitado esta apacible, amigable y sureña ciudad canadiense.

 

Canada Toronto Film F_Sald

 

Pero, ¿qué es lo que hace especial al TIFF? ¿Por qué atrae a la crema y nata del cine mundial, principalmente de Hollywood, que suele mostrar sus películas contendientes al Oscar en este evento? Considero que hay un par de razones para ello: la primera es que es el único festival de los llamados grandes que no tiene un jurado, no hay premios a Mejor Actor, Actriz, Director, Guión, etcétera.

 

Esto provoca que el ambiente tanto para los actores como para los estudios sea mucho más amigable que, digamos, en Cannes, donde la crítica suele ser durísima. En el TIFF el único premio que se entrega no es por parte de un panel ni de críticos ni de celebridades del cine, sino que lo entrega el público, el cual vota por su favorita la cual es reconocida con el People’s Choice Awards.

 

Tan importante se ha convertido el evento, sobre todo en años recientes, que en las últimas siete ediciones el filme que ha sido premiado ha estado o nominado al Oscar a Mejor Película o lo ha ganado, como han sido los casos de Slumdog Millionaire, Precious, The King’s Speech, Silver Linings Playbook, 12 Years a Slave o The Imitation Game.

 

Este año no ha sido la excepción en cuanto a la calidad de una gran cantidad de los filmes que se han presentado y que suenan ya como fuertes contendientes para la temporada de premios, que culmina en febrero con la entrega del Oscar. Algunos de los más destacados son los siguientes:

 

  • Demolition, de Jean-Marc Vallée

 

El director de Dallas Buyers Club y Wild logra una sólida contendiente con la historia de un banquero (Jake Gyllenhaal) que, tras sufrir una tragedia familiar, se adentra en actos de autodestrucción al tiempo que, de alguna manera, intenta rehacer su vida. Gyllenhaal es uno de los fuertes candidatos a Mejor Actor.

 

  • Where to Invade Next, de Michael Moore

 

Tras seis años, Moore regresa con un trabajo atípico de él, en el que deja de lado su tradicional estilo combativo y de crítica sin piedad al gobierno estadunidense para lograr un reflexivo, divertido y bien realizado documental en el que compara las cosas buenas que se hacen en otros países con las que se están dejando de hacer en la Unión Americana. Quizá no sea su mejor trabajo, pero va a dar de qué hablar.

 

  • Our Brand is Crisis, de David Gordon Green

 

Sandra Bullock y Billy Bob Thornton dan vida a un par de rivales políticos que tienen que trabajar juntos para arreglar una elección presidencial en Bolivia. Basada en hechos reales, la cinta muestra como Bullock no teme dar vida a personajes complejos y hasta éticamente cuestionables. Ella es otra que podría dar la batalla hacia el Oscar, aunque tiene una dura competencia.

 

  • Sicario, de Denis Villeneuve

 

La guerra contra las drogas en la frontera entre Estados Unidos y México es mostrada de manera brutal por Villeneuve, quien cuenta con un destacado trabajo de sus estelares, Emily Blunt y Benicio del Toro, quien puede ir por su segundo Oscar. Violenta, cruda, con una sólida edición y bien dirigida, es un thriller que va a captar la atención de los votantes.

 

  • Eye in the Sky, de Gavin Hood

 

El creador de filmes como Tsotsi y Ender’s Game logra un intenso thriller que, literal, mantiene al espectador al filo de la butaca con una historia acerca de los cuestionamientos morales y políticos que tienen que enfrentar varios gobiernos durante una incursión militar con drones en un país africano, que tiene como objetivo asesinar al líder de un peligroso grupo extremista. Destaca el trabajo de Helen Mirren como cabeza de la operación, y de Aaron Paul (Breaking Bad) como el piloto estadunidense que tiene que tomar la decisión de apretar el gatillo y poner en riesgo la vida de una pequeña niña que está justo en la zona del conflicto.

 

  • The Martian, de Ridley Scott

 

Basada en el libro del mismo nombre de Andrew Weir, Scott logra lo que pocos cineastas pueden: equilibrar el drama, el humor y la acción en una cinta en la que Matt Damon da vida a un astronauta que es abandonado en Marte y que tiene que ingeniárselas para sobrevivir mientras llega una misión de rescate. Su elenco es de alto calibre, con Damon, Jeff Daniels, Jessica Chastain, Kate Mara, Kristen Wiig y Chiwetel Ejiofor, y fue la primera en recibir aplausos durante su presentación, lo que la coloca como una de las favoritas para obtener el People’s Choice.

 

  • Legend, de Brian Helgeland

 

Tom Hardy brinda un sólido trabajo con un doble papel: el de los gemelos Reggie y Ronnie Kray, dos de los gángsters más famosos del Reino Unido y que se convirtieron en los reyes del bajo mundo de Londres en la década de los años 60. Fiel a su elegante estilo de escribir, que lo llevó a ganar el Oscar por L.A. Confidential (1997), Helgeland logra capturar y reconstruir la esencia de la época en una cinta que puede tener varias nominaciones.

 

  • The Danish Girl, de Tom Hooper

 

Es de esas películas que tiene escrita la palabra Oscar por todos lados. Su director, Tom Hooper, es el responsable de The King’s Speech, y su protagonista, Eddie Redmayne, es el más reciente ganador del Oscar a Mejor Actor por su trabajo en The Theory of Everything. De hecho, Redmayne tiene prácticamente asegurada una segunda nominación consecutiva gracias a su trabajo como Lili Elbe, artista danés de los años 20 que fue de los primeros en cambiar de sexo. Es de las que va a estar ganando premios durante los próximos meses.

 

  • Room, de Lenny Abrahamson

 

Espléndida adaptación del libro escrito por la canadiense Emma Donoghue, que se sostiene de principio a fin por el trabajo de sus dos protagonistas, Brie Larson y el pequeño Jacob Tremblay, quienes son fuertes candidatos a ser nominados al Oscar. La historia, acerca de una madre y su pequeño hijo, quienes vivieron durante años secuestrados y encerrados en un pequeño cuarto, ha cautivado a propios y extraños. Aunque es una producción pequeña e independiente, es de las que seguramente dará varias sorpresas en los meses venideros.

 

  • Desierto, de Jonás Cuarón

 

No, no es una película que trate a profundidad la problemática de la inmigración entre México y Estados Unidos, sino un buen thriller ubicado en ese contexto. La historia es básicamente la lucha entre un “mojado”, Moisés (Gael García Bernal) y un psicótico y extremista vigilante (Jeffrey Dean Morgan), cuya única misión en la vida es asesinar a cualquier mexicano que cruce la frontera. De hecho, este último suena insistentemente para ser nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto.