El estudio del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH desacreditó la investigación que realizó el gobierno de México sobre la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa y que se presentó como la “verdad histórica” a finales del 2014 y precisa que la principal hipótesis oficial de que los estudiantes habrían sido calcinados en un basurero nunca pasó, al ser “por ser científicamente imposible”.

 

El reporte basado en información pública y oficial, que esta mañana los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos presentaron en el auditorio Digna Ochoa de la CDHDF ante padres y familiares, señala además que en horas previas a las 43 desapariciones en Iguala, los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa fueron blanco de ataques coordinados por policías municipales de Iguala y Cocula y ante la inacción o “pasividad” de agentes federales y militares que tenían conocimiento de lo que sucedía y no intervinieron.

 

Francisco Cox, abogado chileno integrante del GIEI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aseguró que hay inconsistencias entre declaraciones de detenidos en horas y preparación sobre lo establecido por autoridades en expediente en el supuesto incendio en el basurero de Cocula.

 

Por tal motivo, el grupo de expertos llegó a la conclusión de que los cuerpos de los estudiantes de Ayotzinapa no fueron incinerados en el lugar.

 

No los quemaron en Cocula

 

Los expertos visitaron el basurero de Cocula con José Torero, un perito en fuego de la Universidad en Queensland, el 12 de julio, quien señaló que se habrían requerido 30 mil kilogramos de madera y 13 mil kilos de neumáticos ardiendo durante 60 horas para que los cuerpos hubieran quedado calcinados, en unas condiciones como las señaladas por la PGR.

 

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Foto: Daniel Perales

 

Los peritos revisaron lo establecido por autoridades en el  expediente sobre el supuesto incendio en el basurero, y contrastaron lo dicho por el gobierno federal.

 

“Se habría hecho una columna de humo de 7 metros, que se hubiera esparcido por 280 metros para el día siguiente. No se podrían acercar personas a echar combustible al incendio por la cantidad de calor emitido por el fuego”, dijo Cox.

 

Nueve escenarios de ataque y no sólo tres

 

De acuerdo con el informe de expertos, la noche del 26 de septiembre de 2014 hubo ataques en al menos nueve puntos distintos y no solo en tres como siempre señaló la versión de autoridades.

 

“Tenemos al menos nueve escenarios donde hubo ataques con arma de fuego”, precisó el experto español Carlos Beristaín.

 

Según la versión oficial los ataques fueron protagonizados por policías municipales de Iguala y Cocula, en este informe se añade la participación además de la corporación de Huitzuco y que los ataques tuvieron un “aumento progresivo del nivel de agresión”.

 

Si bien oficialmente sólo se habla de 6 muertos, 43 desaparecidos y 22 heridos, los expertos cifran en 180 las “víctimas directas” de diferentes violaciones a los derechos humanos” en los diferentes ataques de la noche del 26 de septiembre, en su mayoría jóvenes y muchos menores de edad, como los integrantes del equipo de fútbol Avispones que fueron baleados.

 

Y suman en este informe además al menos 700 víctimas indirectas por este ataque, entre las que se encuentran los padres y familiares así como una región que vive con miedo y zozobra.

 

Destino de normalistas, “aún incierto”
“No decimos que otras cosas no hayan sucedido pero ese evento [la quema de los cuerpos en Cocula], no pasó. El destino de los 43 normalistas desaparecidos es todavía incierto”, expusó Carlos Beristáin, médico integrante del GIEI.

 

Los normalistas fueron vigilados por policía desde que salieron de Chilpancingo hasta que llegaron a Iguala; los ataques se extendieron al menos por tres horas y la a evidencia es que había escenarios de vigilancia, militar, federal y estatal, además de que  no fueron confundidos, como sostienen las autoridades, siempre supieron y tuvieron claro que eran estudiantes, señaló Beristáin.

Foto: Daniel Perales

 

Hubo un nivel de coordinación entre fuerzas de seguridad que debe ser una línea de investigación”, consideró el médico español.

 

La evidencia recolectada de vegetación, condiciones del basurero, señala que el mínimo incendio para la incineración de los 43 normalistas no pudo ser allí. El GIEI cree que se debe replantear la  de la investigación.

 

Contradicción en investigaciones: el quinto autobús 

 

Cinco autobuses estuvieron involucrados la noche del ataque, pero las autoridades sólo registraron cuatro en los expedientes, por lo que debe investigarse.

 

“Nosotros pedimos a PGR que se revise este bus porque puede tener que ver con los hechos. Existen antecedentes en Iguala del uso de autobuses para traslado de estupefacientes”, aseguró.

 

PF y Ejército monitorearon los hechos sin actuar

 

Las corporaciones de distintos niveles monitorearon y estaban al tanto de los movimientos de los estudiantes normalistas, desde que estaban en Chilpancingo, capital del estado, en su recorrido a Iguala y durante los ataques la noche del 26 de septiembre, concluye el informe.

 

De acuerdo con un documento oficial de Protección Civil de Chilpancingo, en “ciertos momentos” de esa noche, las comunicaciones en C-4, como se conoce al centro de control que interconecta a todas las corporaciones de seguridad, estuvieron “intervenidas” y “restringidas” por la secretaría de la Defensa Nacional, es decir el Ejército.

 

Por ello los expertos concluyen que hubo un nivel de coordinación entre las fuerzas de seguridad que debe ser una línea de investigación.

 

 

Recomendaciones 

 

A nombre del grupo de expertos el abogado colombiano Alejandro Varela, emitió 20 recomendaciones al Estado mexicano, entre las que destacan,

 

Se debe unificar la investigación; agotar las diligencias pendientes; realizar nuevas capturas como la del titular de la SSP de Iguala; investigar denuncias de tortura y otras violaciones de derechos humanos;  investigar obstrucción de la investigación.

Foto: Daniel Perales

 

Ángela Buitrago agradeció a familiares y compañeros de los normalistas desaparecidos, además reiteró su agradecimiento al Estado mexicano su disposición y apoyo para las investigaciones.

 

 

“Todo lo que va a decir el grupo (de expertos) está respaldado por documentos o declaraciones oficiales y documentos desclasificados del ejército“, advirtió.

 

Luego de la aclaración de sobre los documentos,  Buitrago comenzó con un recuento de los hechos ocurridos el pasado 26 de septiembre en Iguala.

 

“Cuando los estudiantes salen de Chilpancingo a Iguala, el 27 Batallón de Infantería sabía que iban en camino allá“, explicó.

 

Por su parte la abogada guatemalteca, Claudia Paz tomó la palabra y narró los hechos de la noche del 26 de septiembre, donde señaló que los registros de los primeros disparos contra normalistas se dieron a las 21:53 horas de la noche.

 

Paz señaló en su exposición que la Policía Federal llegó al terminar la primera emboscada de normalistas. Tomaron nota y se retiraron.

 

“Los policías municipales cortaron ramas de los árboles, rompieron vidrios del autobús y lanzaron gas lacrimógeno para obligarlos a bajar del autobús”, agregó la abogada.

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