BUDAPEST. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) instó hoy a Hungría a mejorar su trato a los refugiados que cruzan la frontera desde Serbia pues, ante el esperado aumento de llegadas, la situación podría empeorar.

 

“Mientras que Europa disfrutaba ayer de imágenes felices de Austria y Alemania, los refugiados que cruzan hacia Hungría ven una situación muy diferente: policías antidisturbios y un suelo duro y frío para dormir”, señaló en un comunicado Barbora Cernusakova, investigadora de AI.

 

Agregó que, “mientras Europa ha fallado completamente en su respuesta, Hungría tiene el deber de asegurar condiciones decentes para la gente que llega. Su actitud hostil no hace que la gente no venga más, sino simplemente se prolonga su calvario”.

 

Según AI, unas 2 mil personas de Siria y Afganistán llegaron a la ciudad fronteriza de Röszke ayer y “muchos más se esperan para los próximos días”.

 

Colaboradores de AI vieron cómo unas 500 personas, incluyendo muchos niños, tuvieron que pasar la noche al raso, en medio de la lluvia, en el centro de registro, donde apenas había comida y agua para los refugiados.

 

La propia policía dijo a AI que el centro de acogida de Röszke estaba lleno y que no sabía cuándo iban a llegar autobuses para transportar a la gente a otro lugar.

 

“Hungría debe urgentemente ofrecer a los refugiados e inmigrantes que cruzan la frontera desde Serbia condiciones de recepción más humanas, más transporte y claridad sobre dónde serán enviados”, concluye el comunicado de AI.

 

Las autoridades húngaras registraron en lo que va de año unos 167 mil  refugiados que han cruzado su frontera con Serbia.

 

La mayoría de estas personas desean seguir adelante su viaje hasta Europa Occidental, sobre todo Alemania, aunque las normas comunitarias prevén que su procedimiento de asilo debe ser tratado en el país de entrada a la Unión Europea (UE).