Pues ni a Armando Ríos Piter, ni a Fernando Belaunzarán, los apantalla Agustín Basave ni la serie de corrientes perredistas –todas, menos Los Chuchos y los bejaranos– que apoyaron la inscripción del académico al PRD con la intención de convertirse en su dirigente nacional.

 

El Jaguar fue el primero en reaccionar. Como también quiere ser el dirigente del sol azteca, convocó a Basave a un debate público.

 

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Desde su perspectiva, la solución a los problemas del PRD no es el nombre, sino cómo se van a tomar las decisiones en el partido. Y lo que le preocupa, apunta el guerrerense, “es que las corrientes parecieran un consejo de dueños del partido”.

 

Sólo quien conoce a fondo al PRD, quien lo ha vivido y sabe cómo está conformado, se puede proponer una transformación, diría el ex Chucho (se peleó con Jesús Ortega por su declinación a contender por la gubernatura de Guerrero). Lo demás son quimeras.

 

Ayer tocó el turno a Fernando Belaunzarán. El licenciado en Filosofía por la UNAM anunció oficialmente, desde la sede perredista, su deseo por contender por la presidencia del PRD.

 

Y como carga con la losa –en estos momentos lo es– de pertenecer a la corriente de Los Chuchos, pidió deliberar en libertad, “sin preguntar de qué grupo es cada quien, sin prejuzgar a nadie por sus líderes, incluso sin pedir cédulas de afiliación”.

 

Quitémonos, mientras damos y escuchamos argumentos, las gafas facciosas que sólo miran la pertenencia grupal y no lo que cada quien propone, llevando a no pocos militantes y dirigentes al absurdo autodestructivo de tener como principal enemigo a otro perredista, pidió.

 

Asumamos la herejía de que nadie es mejor o peor por el simple hecho de organizarse con unos o con otros y reconozcamos a cada militante por su trayectoria, su capacidad y sus méritos, antes que por la tribu a la que pertenece.

 

Que nadie se asuste, finalizó el joven Belaunzarán, que se califica como “radical”, “cuando acabe la discusión, las corrientes seguirán ahí…”

 

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BIG BROTHER EN EL CONGRESO.- No es que los vayan a perseguir al baño o que metan escuchas a sus oficinas privadas, pero lo que se organizó la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE, igual no les hace ninguna gracia a los legisladores.

 

De la mano con la UNAM, bajo el auspicio de la Fundación Omidyar Network y con la investigación y coordinación de Roberto Duque Roquero se organizaron el “Violómetro Constitucional”.

 

Se trata de una página web que ofrece datos cronológicos y legislativos puntuales para medir, en tiempo real, las violaciones constitucionales en que incurre el Congreso de la Unión al no cumplir con sus obligaciones legislativas dentro de los plazos establecidos en la ley.

 

Con un reloj de arena van marcando los años, meses, días, minutos y segundos que llevan violando tal o cual ley –que habían previsto concluir en una fecha precisa– y mencionan las legislaturas responsables de la falta.

 

Se pueden ver también los plazos de las que están por concluirse en los próximos meses. El reloj de arena es implacable.

 

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FUERZAS ARMADAS NO SE DAN ABASTO.- Esta historia de la guerra contra el narcotráfico –que aún sigue, aunque públicamente se hable poco de ella– está afectando hasta los servicios médicos de las Fuerzas Armadas.

 

El llamado de personal médico a zonas de conflicto se ha intensificado a tal punto que tanto en el Ejército como en la Marina han comenzado a subrogar algunos de sus servicios.

 

Y esto es muy notorio, pues la calidad del servicio médico en las Fuerzas Armadas –de primerísima hasta hace unos meses– ha bajado notoriamente. De ello dan cuenta los propios miembros de las Fuerzas Armadas que han recibido tratamiento durante muchos años.

 

“No falta personal, a muchos los han enviado a las zonas de conflicto”, les han explicado.

 

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GEMAS: Obsequio del diputado independiente Manuel Clouthier, a propósito de las leyes antibronco: “Entre más cacique sea el gobernador, más altos los requisitos y las trabas”.