La llegada a México del “viagra femenino”, una píldora para aumentar el deseo sexual en las mujeres, se daría sólo después de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) determine que se realizaron suficientes protocolos clínicos  para comprobar sus efectos en pacientes mexicanas, confirmó el comisionado Mikel Arriola, pues hasta el momento tiene muchas contraindicaciones y su eficacia es limitada.

 

La polémica píldora finalmente fue aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos el pasado 18 de agosto y será comercializada por el laboratorio Sprout Pharmaceuticals bajo el nombre Addyi; sin embargo, la agencia sanitaria estadunidense impuso condiciones muy estrictas para permitir su comercialización.

 

Entre estas que desde la etiqueta deberá advertir a médicos y pacientes de los posibles efectos secundarios que tiene la pastilla y su agente activo, el fármaco flibanserina: puede ocasionar una “peligrosa” caída de la presión arterial y desmayos, que es peligroso combinarla con alcohol e incluso con otros medicamentos.

 

En conferencia de prensa, el titular de la Cofepris, Mikel Arriola señaló que en caso de que la píldora llegue a México sería en un periodo no menor de tres años y además, tendría que ser sometida a estrictos estudios y pruebas clínicas para comprobar cuáles serían sus efectos en las pacientes mexicanas.

 

Entre algunas de las críticas que se le han hecho a la píldora es que no incrementa sustancialmente la respuesta femenina en las 2 mil 400 mujeres que participaron en los ensayos clínicos, pues quienes tomaron la píldora tuvieron cuatro encuentros sexuales en un mes mientras que quienes ingirieron el placebo tuvieron tres.

 

“No es una analogía correcta al viagra, acata el transtorno en el apetito sexual y está limitado a mujeres en edades pre-menopáusicas, tiene muchas contraindicaciones y limitaciones, está sometido a un plan de manejo de riesgos muy riguroso. No nos han llegado solicitudes para su registro. En el protocolo clínico tiene una efectividad muy limitada”.

 

¿Discusión comercial con argumentos de género?

 

Sprout Pharmaceuticals, el laboratorio que produce la píldora Addyi, inició en Estados Unidos una discusión de género para presionar a la FDA y que esta le diera la aprobación para manufacturar y comercializar la pastilla.

 

Durante el año pasado, el laboratorio promovió una petición a través de la plataforma www.eventhescore.com en la cual señala que es necesario que las mujeres tengan acceso a medicamentos para tratar la disfunción sexual al igual que los hombres, para quienes existen más de 14 medicamentos dedicados a tratar esta enfermedad.

 

Detractores de la píldora, como la Red Nacional para la Salud de la Mujer de EU, señalan que -al facilitar la erección- los medicamentos para los hombres se dedican a resolver el aspecto físico de la disfunción sexual; sin embargo, la disfunción femenina no sólo se relaciona con el físico sino con aspectos emocionales como problemas con la pareja, por ejemplo, que una droga no puede resolver.

 

Hasta el momento no existe una definición clara de cuál es el efecto de esta droga en el cuerpo de las mujeres, sin embargo, los análisis de la agencia sanitaria de EU señalan que incrementa la dopamina (una sustancia que genera el cerebro y es la responsable de que sintamos placer, como al comer, enamorarnos o consumir drogas) y reduce la serotonina, otra sustancia química relacionada con la sensación de saciedad.