Después de meses de protestas y reuniones, los vecinos de las colonias aledañas a la zona de Río Mixcoac e Insurgentes lograron doblar al Gobierno del Distrito Federal (GDF) para modificar el proyecto del deprimido, aunque sólo en la parte que tiene que ver con el camellón y los árboles.

 

Ayer, la Secretaría de Obras y Servicios del Distrito Federal informó que se logró acordar con los vecinos no derribar 30% de los 855 árboles que fueron autorizados por la Secretaría del Medio Ambiente capitalina en la Resolución de Impacto Ambiental emitida el 18 de diciembre pasado.

 

Para evitar la tala del 100% de árboles autorizados, el secretario de Obras, Edgar Tungüí, ordenó a la Dirección General de Proyectos Especiales y a la empresa constructora realizar adecuaciones a la zona de maniobras para reducir el número de especies derribadas.

 

Tras el análisis, se determinó que 256 árboles de la zona norte del camellón que está sobre Río Mixcoac, entre Insurgentes y Universidad, podrían evitar ser derribados, lo cual fue aceptado por los vecinos inconformes.

 

“Este ajuste al esquema de trabajo fue generado luego de recoger las peticiones de los vecinos durante diversas mesas de trabajo donde también participaron las Secretarías del Medio Ambiente (Sedema) y de Gobierno”, detalló la Sobse.

 

La instrucción de llegar a un acuerdo con los vecinos sobre el tema de la tala de árboles también fue ordenada el 11 de marzo por el propio Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, luego de las protestas de los vecinos.

 

Como publicó 24 HORAS el 1 de julio pasado, la Sedema, que dirige Tanya Müller, sentenció a muerte a árboles sanos, pues de los 855 que se autorizaron para la tala, 649 están catalogados en condiciones regulares y 131 en buenas, mientras que apenas 73 están señalados como en malas condiciones y sólo dos como muertos.

 

Voltean al peatón

 

Otro de los compromisos alcanzados con los vecinos y la sociedad civil fue modificar la geometría del trazo superficial para ampliar el espacio peatonal, ya sea en banqueta o en área verde, suprimiendo uno de los carriles laterales del Circuito interior.

 

El pasado 3 de julio, en entrevista con 24 HORAS, el experto y consultor en movilidad Roberto Remes advirtió que con el planteamiento pasado del deprimido de Río Mixcoac sólo saldría perdiendo el peatón, debido al recorte de banquetas y con una glorieta que privilegia al auto y no los cruceros peatonales seguros.

 

“La Glorieta es absolutamente vial, en el centro no hay nada de disfrute, tampoco habría cómo llegar, es un territorio inaccesible. Lo que hoy se cruza en línea recta en los 50 metros de ancho de Río Mixcoac, con el rodeo de la glorieta va a implicar que el cruce sea de 80 metros”, dijo aquella vez Roberto Remes, también director de Ciudad Humana México.

 

De acuerdo con la Secretaría de Obras, los trabajos del deprimido de Río Mixcoac iniciarán en los próximos días, una vez que se haya socializado el proyecto modificado entre los habitantes de las colonias cercanas, para lo cual continuará con las jornadas informativas.