Los militares del 102 Batallón de Infantería que participaron en los sucesos de Tlatlaya del 30 de junio de 2014 tenían la orden de abatir a delincuentes en horas de oscuridad, según consta en la Orden General de Operaciones de la Base de Operaciones “San Antonio del Rosario”.

 

El informe “Tlatlaya a un año: la orden fue abatir”, presentado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), revela que “las tropas deberán operar en la noche en forma masiva y en el día reducir la actividad a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad, ya que el mayor número de delitos se comente en ese horario”.

 

Dicha instrucción se establece en el punto VII de la Orden General de Operaciones con fecha del 11 de junio de 2014, apenas 19 días antes del enfrentamiento entre militares y presuntos delincuentes, que terminó con la muerte de 22 civiles y un militar herido.

 

El Centro ganó un amparo para tener acceso a la Orden General de Operaciones y así integrarla al expediente del proceso civil que está en juzgados federales, explicó Santiago Aguirre, subdirector del Centro Prodh.

 

Aguirre añadió que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) “debe aclarar lo que significa abatir, ya que una interpretación es que se use para dar la orden de matar a delincuentes o en el mejor de los casos, una instrucción ambigua que cualquier soldado puede leerla como quiera”.

 

Demuestran ignorancia

 

Que el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez resalte una frase contenida en un documento para asegurar que los soldados del caso Tlatlaya mataron a 22 civiles porque días antes recibieron la orden de “abatir delincuentes en horas de oscuridad” es reflejo de su ignorancia de los procedimientos militares, aseguró Javier Oliva Posada, experto en temas de seguridad.

 

De acuerdo con el especialista, el término “abatir” es de uso común en las órdenes militares y está dentro del protocolo.

 

“Lo que pasa es que este Centro, además de demostrar ignorancia de cómo se maneja la terminología militar, abatir es un término que se utiliza en los procedimientos militares, entonces, no está fuera de los protocolos.

 

“Si te atacan con calibre superior o idéntico al tuyo, como fuerzas armadas se tiene que repeler al ataque en la misma proporción”, precisó el investigador de la UNAM en entrevista telefónica.

 

Para el especialista se trata de un problema de interpretación de la palabra “abatir” y de prejuicios por parte del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, a quienes recomendó que se pongan a estudiar.

 

“Parten de un supuesto de que (los soldados) son violadores sistemáticos y no lo son”, añadió.

 

LO QUE LA RAE DICE

 

Según la Real Academia de la Lengua Española, abatir tiene los siguientes significados:

 

  • Derribar, derrocar, echar por tierra

 

  • Hacer que algo caiga o descienda.

 

  • Inclinar, tumbar, poner tendido lo que estaba vertical.

 

  • Humillar.

 

  • Hacer perder el ánimo.

 

  • Desarmar  descomponer algo especialmente una tienda de campaña.

One reply on “En Tlatlaya, la orden fue: abatir ”

Comments are closed.