MADRID. Dejar de ocultarnos tras los abrigos y jerseys amplios nos devuelve a la realidad y ver que quizá las redondeces que luce nuestro cuerpo pueden eliminarse sin dietas estrictas y controlarse con una buena alimentación gracias al “nutricoaching”.

 

Así define la nutricionista y especialista en medicina tradicional China, Silvia Riolobos, una de sus líneas de trabajo para “enseñar a comer mejor”.

 

Su labor como nutricionista se concentra en tres áreas: consulta, talleres formativos y acompañamiento de “nutricoaching” a domicilio, esta última, comenta, “especial para iniciar a los escépticos”.

 

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Foto: EFE

 

 

“Cuando alguien no está convencido de que acudiendo a la consulta y llevando a cabo la alimentación que le recomiendo adelgazará, lo ideal es acercarse a través del “nutricoaching o de los talleres formativos”, una manera más dinámica y atractiva de reeducar la dieta.

 

El primer paso del “nutricoaching” es visitar la casa de quien tiene intención de cambiar su alimentación. “Es sorprendente ver el chocolate escondido en los armarios de la cocina”, advierte Riolobos. El siguiente paso es elaborar una lista base para crear su nuevo “fondo de despensa” que es como su “fondo de armario”, comenta entre sonrisas.

 

“En casa el paciente está en su zona de confort, tranquilo”, de ahí que se elabore un dossier de iniciación personalizado en el que hay cuatro recetas: un primero, un segundo, un tentempié y el postre. “Las recetas van en función de las necesidades de cada individuo”, indica la nutricionista.

 

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Sustituye el vinagre

 

Se sustituye el vinagre por nuevos condimentos, se reduce la ingesta de sal, pero se incorporan sustitutivos como la pimienta, las hierbas provenzales, el limón, el cilantro o el perejil que “siempre despierta el plato”. Aconseja evitar el “sobre añadido” y salar alguno de los alimentos del plato, como por ejemplo, las patatas de una ensalada, o aprovechar el aporte de una lata de atún para evitar condimentar más.

 

“Cambio muchas cosas, incluso las sartenes”, explica Riolobos, ya que considera que son un foco “cancerígeno” al ser una fuente de metales pesados “enorme”.

 

“Hay muchas personas que compran comida ecológica y, sin embargo, no prestan atención al menaje donde cocina los alimentos”, y recomienda las sartenes de titanio y ollas y cazuelas de acero inoxidable con una base gruesa.

 

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¿Cómo están tus sartenes?

 

“Los talleres de cocina motivan mucho, porque viene gente que lleva tiempo queriendo hacer un cambio en su alimentación”, dice la nutricionista.

 

Asegura que en verano el cuero necesita hidratación y hay que tratar de combinar recetas que sean “sabrosas”. “Cuando se habla de cocina saludable mucha gente piensa en dieta blanda, todo hervido, al vapor y sin sal”, relata, una circunstancia que ella niega y que rechaza combinando las texturas de las verduras y los colores. “Comer demasiado soso genera inapetencia”, advierte.

 

Recuerda que la comida entra por la vista y el olfato. “Un plato supercolorido siempre apetece” y recomienda combinar con las verduras los macerados o encurtidos y “mezclar alimentos templados con otros del tiempo”.

 

En verano propone un aporte extra de vitaminas, entre las que predomine la vitamina E, presente en el aguacate y las almendras, y la mezcla de frutas y verduras en batidos, y remite a su receta de “ gazpacho verde es algo fresco que llena hidrata y nutre la piel”.

 

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“Con la mezcla de frutas y verduras en los batidos evitamos el exceso de azúcar” si además se incorporan frutos secos, el líquido se espesa y “llena tanto como un plato de espaguetis”.

 

Riolobos señala que la ingesta de fibra, además de favorecer la flora intestinal, tiene tres puntos a favor ya que es saciante, no engorda, y “la más importante: su capacidad para ayudar a evacuar las toxinas”.

 

Para preparar la piel frente a los rayos solares, recomienda betacaroteno “que no venga de la provitamina A o retinol”, sino del alga dunaliella salina, “muy recomendable porque no afecta al higado”, y además incorporar a la dieta todo tipo de alimentos de temporada de color naranja: el albaricoque, melocotón, zanahoria o el salmón.

 

Receta de gazpacho verde de aguacate: 1 aguacate, ½ pepino, ½ calabacín, ½ pimiento verde, 1 diente de ajo, 3 rebanadas de pan tostado integral, aceite de oliva, sal y pimienta, agua al gusto.