KUWAIT. Miles de personas en Kuwait participaron el sábado en una multitudinaria procesión fúnebre en honor de las 27 víctimas que murieron el día anterior en un atentado explosivo contra una mezquita chií en la capital del país.

 

Una nueva organización afiliada al grupo Estado Islámico, la autodenominada Provincia de Najd, se adjudicó el atentado que un atacante suicida perpetró durante la oración del mediodía dentro de una de las mezquitas chiíes más antiguas de Kuwait.

 

El grupo Estado Islámico considera herejes a los chiíes y se refiere de manera peyorativa a ellos como “renegados” entre otros insultos.

 

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Foto: AP

 

 

A pesar de las elevadas temperaturas veraniegas, los dolientes que llegaron incluso desde el este de Arabia Saudí y Bahrein, asistieron a los funerales y portaron banderas de Kuwait; otros cargaban una bandera negra en señal de duelo. Algunos en la procesión gritaban a coro: “¡Suníes y chiíes son hermanos!”

 

De vez en cuando también gritaban “¡Allahu Akbar!” que en árabe significa “Dios es grande”.

 

Las mujeres ulularon por las víctimas fallecidas en oración y durante el mes sagrado de los musulmanes, el Ramadán —actualmente en su segunda semana— y afirmaron que murieron como mártires. Pétalos de rosa fueron lanzados a los cadáveres envueltos en la bandera kuwaití.

 

Una madre y sus dos jóvenes hijas repartían arreglos de flores para que las personas las colocaran en las tumbas.

 

Foto: AP

 

 

Para mantener frescas a las personas, un joven rociaba agua en el rostro de las personas. De cualquier forma, los paramédicos estuvieron presentes para atender a los desmayados por el calor que alcanzaba los 42 grados centímetros.

 

No todas las personas que murieron en el ataque fueron enterradas en Kuwait. Algunas fueron trasladados para su sepelio en un lugar sagrado entre los chiís en Najaf, Irak, que se cree es bendito. El ministerio del exterior de Irán señaló que había tres iraníes entre las 27 víctimas fatales.

 

El atentado causó conmoción en Kuwait, conocido por su relativa riqueza y estabilidad. El anterior ataque terrorista en el país ocurrió hace más de dos décadas.

 

Permanecen hospitalizados 40 de los 200 heridos en el ataque, incluyendo varios niños, y el resto fue dado de alta, informó el sábado el Departamento de Salud.

 

Horas después de los cruentos hechos del viernes, el gobernante de Kuwait, el emir Sabah Al-Ahmad Al-Sabah, de más de 80 años, visitó el lugar del atentado.

 

El gobierno también declaró que la principal mezquita suní del país, la Gran Mezquita, estaría abierta para que los dolientes rindan sus respetos durante tres días.

 

Agrupaciones suníes en Kuwait y gobernantes de todo el Oriente Medio condenaron el atentado, que según autoridades de la región tuvo como fin generar una venganza de los chiíes y provocar una guerra sectaria.