ATENAS. Hasta la semana pasada, los acreedores habían fijado la reunión de hoy en Luxemburgo de los 19 ministros de finanzas de la eurozona como la fecha para lograr un acuerdo. Pero esas expectativas quedaron en la nada ya que ambas partes siguen sin ponerse de acuerdo.

 

“Las probabilidades de un acuerdo el jueves son muy escasas”, advirtió Jeroen Dijsselbloem, presidente de las reuniones de finanzas de la eurozona, a legisladores holandeses.

 

Por su parte, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró que si Grecia no logra cerrar con los acreedores un acuerdo que sea “sostenible” la cúpula europea tendrá que “cargar con las consecuencias” de un “no” heleno.

 

“Queremos una solución que garantice la supervivencia económica”, recalcó Tsipras en una rueda de prensa conjunta con el canciller austríaco, Werner Faymann, que se mostró confiado en una solución de aquí a la cumbre europea del próximo día 25.

 

“Necesitamos unos días hasta la cumbre para encontrar una solución, no podemos negociar en público, pero las negociaciones y las soluciones hay que quererlas”, dijo.

 

Tsipras aseguró que si los socios insisten en sus exigencias “exageradas” de subir drásticamente el impuesto sobre el valor añadido de medicamentos y la electricidad, o de recortar en 1,800 millones de euros las pensiones, el Gobierno y el parlamento griegos dirán “no” en nombre de Grecia.

 

Subrayó que en caso de no poder alcanzar un compromiso que haga sostenible la economía no convocará elecciones anticipadas o un referéndum sino que asumirá personalmente, en cooperación con su Gobierno y el Parlamento, la “responsabilidad de decir no en nombre de Grecia”.

 

Grecia necesita recibir más préstamos de sus acreedores antes del plazo del 30 de junio, fecha en que expira el plan actual de rescate en el que todavía tiene fondos por recibir. Además en esa fecha debe pagar una deuda de 1,600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional. Los acreedores desean que Grecia implemente reformas económicas, a lo que Atenas se resiste.

 

Si no se concreta un acuerdo, Grecia enfrentaría consecuencias económicas “dramáticas”, advirtió el banco central griego.

 

Respecto al tema de las pensiones, una de las cuestiones que más desencuentros provoca entre las partes, Tsipras aseguró que su país ha propuesto una serie de medidas para hacer más sostenible el sistema, con la eliminación paulatina de las prejubilaciones, pero reconoció que esto es un proceso que lleva su tiempo.

 

Por ese motivo, explicó, el Gobierno tan solo ha previsto en este apartado ingresos de 300 millones adicionales de euros el próximo año y no los 1,800 millones que le reclaman las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional).

 

Faymann dijo que no es partidario de que se sigan recortando las pensiones bajas, pues “los jubilados deben poder vivir de sus pensiones”, y sostuvo que los recortes no son un instrumento adecuado para resolver las crisis.

 

“Siempre he dicho que para salir de la crisis hay que invertir”, “no solo aplicar la tijera”, pero también acordar medidas necesarias como la lucha contra el fraude y la corrupción, dos capítulos problemáticos en Grecia sobre los que, dijo, Tsipras le expuso sus planes.

 

Para el canciller austríaco la solución para Grecia pasa por ofrecerle un programa que le dé una perspectiva de cinco años, y “no tenga que estar todos los meses” con el problema de si puede financiarse y, a cambio, debe emprender una serie de reformas profundas, como por ejemplo, en el sistema de recaudación fiscal.

 

GRECIA

 

Alemania enfría tensión con Varufakis

 

El Gobierno alemán quitó hierro a los eventuales reproches del primer ministro griego, Alexis Tsipras, o su titular de Finanzas, Yanis Varufakis, a las instituciones acreedoras y dijo que lo sustancial son las negociaciones entre éstas y Atenas.

 

“Hay que poner el foco en lo que se dice cuando se negocia, no en las declaraciones en entrevistas u otros foros”, indicó el vocero del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, quien declinó confirmar o desmentir si se está preparando una cumbre extraordinaria en la Unión Europea (UE) por si no se alcanza ese acuerdo.

 

El vocero respondió así a una pregunta, en un encuentro rutinario con los medios, acerca de los efectos que podían haber provocado los reproches de Tsipras o su titular de Finanzas a las instituciones que formaron la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).