Barcelona y Juventus tienen una cita en uno de los estadios con más historia de Europa, el estadio Olímpico de Berlín es la sede de la final de la Champions League 2014-15.

 

Construido en 1936 para los Juegos Olímpicos de ese año bajo el régimen nazi, el llamado Olympiastadion, se convirtió en el escenario del acto propagandístico más grande jamás organizado por el Tercer Reich.

 

Obra del arquitecto Werner March por encargo de Hitler, tardó más de dos años en construirse, el Führer pidió a March una obra portentosa, que asemejara al Coliseo romano pero que conjuntara los ideales de superioridad germánica que entonces pugnaba.

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Foto: Especial

 

Fue testigo de la hazaña de Jesse Owens, el atleta afroamericano que ganó cuatro medallas de oro en la cara de Hitler, los ideales de superioridad aria se desmoronaron.

Foto: Especial

 

A las afueras del estadio se construyó el Campo de Mayo o Maifeld, usado por el Partido Nacionalsocialista para los faraónicos desfiles del 1 de mayo.

 

Ya durante la Segunda Guerra Mundial, el estadio no sufrió grandes daños, pese a que justo debajo de campo se construyeron túneles y pequeños talleres donde se armaban y reparaban aviones.

 

Fue sede del Mundial de 1974, donde Alemania Federal venció a Holanda. El estadio berlinés fue sede del grupo A de aquella Copa, que conformaban los locales: Alemania Federal y Alemania Democrática, Chile y Australia.

Foto: Especial

 

Para el Mundial de 2006 sufrió una drástica remodelación, que lo convirtió en un estadio más cómodo para los espectadores: se redujo el cupo de 83 mil a 76 mil aficionados.

 

Albergó seis partidos de ese Mundial, incluyendo la gran final, ese juego que ganó Italia en penales a Francia, luego del cabezazo de Zinedine Zidane a Materazzi.

 

 

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