El número de muertos por el naufragio el lunes de un barco en el río Yangtsé en China, en el que viajaban 456 personas, se ha elevado a 65, según reporta la televisora china CCTV.

 

Las autoridades chinas intensificaron las tareas para recuperar a las más de 410 personas que se cree están atrapadas en un crucero volcado, desplegando decenas de buzos adicionales y una enorme grúa con el fin de levantar la embarcación.

 

El naufragio del crucero Estrella del Oriente, un barco de varias cubiertas que navegaba por el río Yangtsé en el sur de China -el tercero más largo del mundo solo superado por el Amazonas y el Nilo- va camino de convertirse en el peor desastre marítimo del país en siete décadas. Las autoridades chinas han puesto en marcha una respuesta de alto perfil mientras ejercen un férreo control sobre la información ofrecida por los medios.

 

La cadena estatal de televisión indicó que continúan las tareas de rescate en el lugar del accidente. La noche previa las autoridades habían encontrado 26 cuerpos sin vida. Hasta ahora se desconoce eh que lugar fueron hallados.

 

Se cree que estos cuerpos podrían haber sido trasladados por la corriente río abajo, una premisa por la que los equipos de emergencia ya ampliaron ayer su área de búsqueda a un total de 220 kilómetros.

 

El viceministro de Transporte, He Jianzhong, insistió en que el objetivo de las autoridades es aún salvar vidas, cuando ya casi se han cumplido 48 horas desde que el navío naufragara el lunes por la noche con 456 personas a bordo.

 

“Nos estamos encontrando con dificultades”, reconoció He en una intervención en el viaje de periodistas -la mayoría, extranjeros- organizado por el Gobierno en las proximidades del lugar del suceso.

 

Entre estas complicaciones, se encuentran las condiciones del río, el más caudaloso de China y con una corriente de agua “fuerte” en la zona donde está el barco casi hundido.

 

Un equipo de cinco naves de rescate con múltiples expertos barajan ahora qué estrategia emprender: tratar de dar la vuelta al barco -que volcó en el naufragio-, arrastrarlo hasta la orilla -muy cercana- o comenzar a perforar la quilla que todavía sobresale del agua.

 

Las lluvias intermitentes que siguen cayendo sobre la ciudad también dificultan las tareas y los equipos esperan que estas precipitaciones no se intensifiquen, como lo hicieron en la noche del martes, cuando grandes avenidas de la ciudad quedaron totalmente inundadas.