“Mis primeras zapatillas me las regaló el alcalde de Tocopilla”, explicaba recientemente Alexis Sánchez al serle preguntado sobre sus inicios en tan acentuada marginalidad.

 

El hoy delantero del Arsenal y uno de los mejores futbolistas del planeta, sufrió demasiado en su niñez al norte de Chile, antes de la súbita ascensión. A los 17 años ya debutaba con la selección, para convertirse en la mayor promesa del futbol local desde la irrupción de Iván Zamorano y Marcelo Salas.

 

Foto Lati

 

No tenía ni 20 años cuando ya había sido comprado por el Udinese italiano que comenzó a prestarlo a diversas instituciones para dotarlo de madurez: se le cedió al gigante andino Colo Colo y a River Plate de Argentina, hasta que incursionó a punta de goles en el cerrado Calcio.

 

Tres años y 30 millones de euros después, Alexis Sánchez era el elegido para suplir a Samuel Eto´o en el Barcelona de Guardiola. Otros tres años y otros 40 millones de euros, y llegó como rutilante figura al Arsenal inglés.

 

Todo lo que en Chile ha sido inmediata aceptación y fe en Alexis, ha sido más complicado y dubitativo en el resto del mundo. Una y otra vez, como si regresara a su humilde pueblo de Tocopilla en donde no existe certidumbre alguna y hay que ganarse la vida a cada minuto, Sánchez ha tenido que luchar para dejar claro que posee un sitio entre la máxima élite del balón.

 

Hubo un Mundial sub-20, el de Canadá 2007, en el que España era encabezada por Ángel di María y Sergio Agüero, México por Giovani Dos Santos y Javier Hernández, España por Gerard Piqué y Juan Mata, y Chile por sus dos figuras actuales: Alexis y el volante de la Juventus Arturo Vidal.

 

Ellos dos intentarán cargar a la selección roja al primer título continental en su historia. Antes hubo grandes generaciones de chilenos. Los ya mencionados Zamorano y Salas, o en otros momentos Carlos Caszely o Leonel Sánchez. Nadie, sin embargo, ha podido dar al anfitrión de la próxima Copa América ese trofeo.

 

Alexis será el gol, Vidal el músculo en medio, el barcelonista Claudio Bravo el seguro en la portería, en un equipo demasiado sólido; tanto, como dependiente de la inspiración que Alexis consiga tener.

 

El humilde niño que pudo jugar en Tocopilla gracias a los zapatos de futbol donados por el alcalde, busca hacer realidad el viejo sueño chileno de conquistar ese certamen. Copa América que ha sido ganada por siete de los diez sudamericanos, aunque jamás por Chile. La última vez que llegó a la final, en la edición de 1987, Ivo Basay era la gran figura. Esta vez, en canchas andinas, Alexis Sánchez luchará por el anhelo.

 

Consentido por la afición del Arsenal que de inmediato lo hizo tema de varios cánticos (en alguno clama “Alexis Sánchez Baby!”), llega a la Copa América como local y en su mejor momento. México lo padecerá en su segundo partido.

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