Los ojos caídos, bostezos continuos, somnolencia constante… cuidado porque puede ser mucho más que una sola noche de mal sueño. De acuerdo con las investigaciones más recientes sobre el tema, el insomnio es tan negativo para las personas que puede ocasionar estrés, depresión e incluso parece estar relacionado con el mal de Alzheimer.

 

De acuerdo con el investigador Maurice Ohayon, de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, el síntoma más común e ignorado del insomnio es el más sencillo: si una persona no está satisfecha con la calidad del sueño y la cantidad de tiempo que duerme, necesita ir al doctor.

 

“Una noche de dormir mal tiene consecuencias en el día. Las personas que tienen problemas de sueño tienen  mala calidad de vida: no están contentos, se sienten irritables, ansiosos y deprimidos. Las personas que van a trabajar sin dormir bien no funcionan bien. Una vez que empiezan a tener insomnio, permanecen así durante años, esta situación no mejora sin tratamiento, únicamente empeora”, señaló en el marco de su ponencia en la Cumbre Sanofi 2015, en la ciudad de Cancún, Quintana Roo.

 

Ohayon, investigador del área de Psiquiatría y ciencias del comportamiento especializado en sueño, explicó que una cantidad suficiente de sueño para un adulto es de siete horas al día; una persona con problemas para dormir, consigue apenas cinco o seis horas pero se despierta constantemente durante la noche y al despertar siente que no ha descansado.

 

La falta de sueño ocasiona estrés y ansiedad, pero también está fuertemente relacionado con enfermedades como la depresión (para lo cual representa el principal síntoma) y  la obesidad, aunque en este último caso es difícil determinar cuál es causa de cual.

 

“No sabemos científicamente si es la falta del sueño lo que ocasiona la obesidad o al revés. Podemos entender el problema: si una persona es obesa no puede moverse en la cama, está atorada y tiene más razones para despertarse en la noche. Cuando una persona tiene un peso normal y no puede dormir, usualmente busca comer un refrigerio por la noche… una es causa de la otra”, señaló.

 

Sus investigaciones también están apuntando a que durante el sueño, el cerebro “se limpia” de toxinas que le impiden funcionar bien.

Así, cuando una persona no duerme adecuadamente, su cuerpo no solamente no rinde adecuadamente sino que su cerebro acumula sustancias dañinas de las cuales no se puede deshacer de otra forma mas que durmiendo.

 

Además, en experimentos que actualmente se están llevando a cabo en la Universidad de Stanford se ha detectado que algunas ratas que desarrollaron Alzheimer también sufrían insomnio, aunque la relación entre una y otra no ha podido comprobarse a cabalidad.

 

Aún con todas las consecuencias negativas que tiene para la vida de las personas, la falta de sueño es una enfermedad que constantemente es “alentada” desde las propias empresas y compañías y “culturalmente” se piensa que es una de las cualidades de las personas eficientes y productivas.

 

“Esto es absolutamente falso, yo no le confiaría mi vida a un piloto que esté somnoliento ni al conductor de un camión que se esté quedando dormido. Si Napoleón vivió durmiendo solo tres o cuatro horas al día ¡bien por él! pero médicamente yo no lo recomiendo. La falta de sueño es mala para la salud”.