WASHINGTON. El gobierno de Obama dio su aprobación condicional a Shell Golfo de México, Inc. para iniciar la extracción de petróleo y gas en el Océano Ártico este verano.

 

La aprobación es una gran victoria para Shell y el resto de la industria del petróleo, que ha buscado durante años perforar en aguas alejadas de los mares de Chukchi, que se estima contienen vastas reservas de petróleo y gas, publicó este lunes el diario The New York Times en su sitio web.

 

La nota consigna la versión de Abigail Ross Hopper, directora de la Oficina de Gestión de Energía Oceánica del Departamento del Interior, quien en un comunicado aseguró que la decisión se tomó considerando la importancia de los recursos ambientales, sociales y ecológicos en la región y el establecimiento de altos estándares para la protección de este ecosistema crítico, nuestras comunidades árticas, y las necesidades de subsistencia y las tradiciones culturales de los nativos de Alaska”.

 

Asimismo, garantizó que conforme avance cualquier actividad de exploración costa afuera “seguirán siendo sujeta a las normas de seguridad rigurosas”.

 

El Puerto de Seattle ha acordado un contrato de arrendamiento con la Royal Dutch Shell que permitiría al gigante petroquímico traer sus equipos de perforación del Océano Ártico hasta la línea de costa de la ciudad.

 

La decisión del Departamento del Interior es un golpe devastador para los ecologistas, que han presionado al gobierno de Obama para rechazar las propuestas de perforación del Ártico en alta mar. Los ambientalistas dicen que un accidente de perforación en las heladas y traicioneras aguas del Ártico podría tener consecuencias mucho más devastadoras que el derrame mortal en el Golfo de México en 2010, cuando una explosión de la plataforma petrolera mató a 11 hombres y envió millones de barriles de petróleo al agua.

 

“La aprobación de nuestro Plan de Exploración del Mar de Chukchi revisado es un hito importante y señala la confianza que reguladores tienen en nuestro plan”, dijo Curtis Smith, portavoz de Shell. “Sin embargo, antes de que las operaciones puedan comenzar este verano, es imprescindible que el resto de nuestros permisos sea práctico, y entregado en tiempo y forma. Mientras tanto, vamos a seguir para probar y preparar a nuestros contratistas”.

 

Tanto la industria como los grupos ecologistas dicen que el mar de Chukchi es uno de los lugares más peligrosos del mundo para perforar. La zona es extremadamente remota, sin carreteras que conecten con las principales ciudades o puertos de aguas profundas dentro de cientos de millas – que hace que sea difícil para limpieza y rescate trabajadores para llegar al sitio en caso de un accidente.

 

Cambio de estafeta en el Consejo Ártico

 

La victoria de Shell se produce apenas unos días después de que Estados Unidos asumió la presidencia del Consejo Ártico durante la reunión del organismo celebrada el 24 de abril en Iqaluit (Canadá) y a donde asistieron ministros de los ocho países de la región (Canadá, Estados Unidos, Rusia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Suecia y Finlandia).

 

Washington ejercerá la presidencia del Consejo Ártico durante los dos próximos años, tras un bienio en el que el organismo ha sido dirigido por Canadá. Y no se trata de una posición cualquiera.

 

Las riquezas del ártico son realmente extraordinarias. Bajo sus hielos se encuentran 30% de los yacimientos vírgenes de gas y 13% del petróleo mundial. Por ello, el Polo Norte además de sufrir las consecuencias del cambio climático, empieza a ser causa de fricción por la codicia por parte de las principales potencias.

 

Grandes compañías petroleras se están preparando para invadir zonas del Océano Ártico que antes estaban protegidos por el hielo, sin embargo actualmente la extracción de hidrocarburos engloba serias dificultades y es poco rentable.

 

A nivel geopolítico, el Ártico es la única salida segura de Rusia al Océano y, por consiguiente, de todos los países del mundo a través de la Ruta Marítima del Norte. Por ello, Moscú incluso cambió su política de transportes, y planea abrir la ruta por el Ártico de forma permanente con ayuda de rompehielos atómicos.

 

Por su parte, China también construye su flota de rompehielos y da a comprender por todos los medios que el ártico es un patrimonio mundial y no sólo propiedad de los países que colindan con él. La ruta por el ártico puede rebajar a Pekín el costo de los transportes en 120 mil millones de dólares al año.

 

En materia militar, el Ártico es un punto estratégico porque tan sólo a través de la ionosfera ártica es posible interferir sustancialmente las líneas de comunicación. Y la alteración de las líneas de comunicación es la primera tarea militar.

 

En su esfuerzo por asegurarse la progresiva explotación de recursos y recuperar las posiciones que en el pasado tuviera la URSS, Rusia reafirmó su presencia militar en el ártico cuando Putin anunció que va a reabrir una base militar que fue clausurada en 1993 en las islas de Novosibirsk.