PARÍS. El fundador del ultraderechista Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, pidió a gritos la ayuda de la heroína Juana de Arco durante la marcha anual en París del partido el 1ro de Mayo, mientras activistas feministas con el pecho descubierto usaban un megáfono para ahogar el discurso de su hija, la presidenta de la organización.

 

 

Los caóticos acontecimientos reflejaron un partido inmerso en torbellino por una disputa familiar en la que el patriarca de 86 años se ha visto marginado por su hija.

 

Jean Marie Le Pen comparecerá el lunes ante una comisión disciplinaria del partido por sus reiterados comentarios antisemitas, por los que ya ha purgado penas de prisión. Su hija, que dirige el Frente Nacional desde 2011, quiere limpiar la imagen del partido de cara a la elección presidencial de 2017.

 

Dos activistas de Femen irrumpieron en la ceremonia en la que Marine Le Pen depositaba una ofrenda floral en el monumento a Juana de Arco.

 

Durante el discurso de Le Pen en la Ópera de París, tres activistas de Femen aparecieron en un balcón contiguo y desplegaron una bandera que decía “Heil Le Pen” y, usando un megáfono, ahogaron brevemente el discurso en el que la política derechista criticaba la inmigración y la Unión Europea.

 

OBO