Uno de los superhéroes más interesantes creados por Stan Lee para el mundo de Marvel es el del Matt Murdock, un abogado ciego que de noche se transforma en Daredevil y que, a pesar de no tener súper poderes, enfrenta la maldad de Nueva York.

 

En 2003 se realizó una versión para cine protagonizada por Ben Affleck, pero desde entonces el oscuro héroe quedó en el olvido hasta hoy, que Netflix estrena los 13 episodios de Marvel’s Daredevil, la versión televisiva del que es considerado un superhéroe poco común.

 

La serie está protagonizada por el británico Charlie Cox en el papel principal, Deborah Ann Woll, Rosario Dawson y Vincent D’Onofrio como el principal enemigo de Daredevil, Wilson Fisk, mejor conocido como Kingpin.

daredevil 2

Para promocionar la serie en Latinoamérica, Cox y D’Onofrio visitaron México, dejando muy en claro que ésta será una versión más oscura, más humana, acerca del famoso superhéroe, y 24 HORAS platicó con ellos al respecto.

 

¿Qué podemos esperar de Daredevil en esta versión de Netflix?

 

Charlie Cox: Creo que es una nueva dirección que está tomando Marvel, temáticamente es un mundo un poco más siniestro, y de alguna manera la idea es que esté basada más en la realidad, en la que los personajes centrales sean personas más reales, en la que no son todos buenos o malos, sino que tienen que combatir contra sus emociones. La idea es que se sienta más como la vida real.

 

¿Por qué la gente sigue sintiéndose atraída hacia los superhéroes?

 

Vincent D’Onofrio: La idea original, con la que comenzamos desde el principio, con la que me invitaron fue justo esa, presentarlos de una manera muy humana. Para esto nos ayudó el tiempo que tenemos en la serie, de 13 horas, lo que nos permite acercarnos un poco más a los personajes, que van evolucionando de una forma en la que cualquiera se puede sentir identificado con ellos.

 

Lidiamos con el bien y el mal, con nuestras propias preguntas acerca de la moralidad en nosotros mismos, con cómo nosotros podemos afectar a los demás y cómo los demás nos afectan a nosotros. Lo que se verá es a dos hombres muy diferentes que buscan de alguna manera el mismo objetivo, y mientras eso ocurre también están los elementos de un superhéroe, las emociones por las que atraviesan los personajes.

Y por supuesto el conflicto que ocurre entre los dos personajes centrales. Tratamos siempre de mantenernos fieles a la humanidad, a las emociones de ellos. Está el concepto original de Marvel y lo que busca Netflix, y bajo el cobijo de esta última creo que lo pudimos lograr.

 

¿Qué tanto influyó Marvel en las decisiones creativas de Netflix con Daredevil?

VD: No conozco los aspectos técnicos o de negocios, la verdad. Sólo sé que se presenta como una producción conjunta entre Marvel y Netflix, pero lo que sí sé es que como se trata de una serie de Netflix tenía que ir en una cierta dirección, que era la de hacerla como si se tratara de una película enorme, larga, de 13 horas. Tiene un aspecto completamente diferente a las series de las grandes cadenas, y el que hayamos tenido sólo 13 episodios en lugar de 22 o 24, le da un toque diferente.

 

CC: Otra de las ventajas y diferencias radica en la manera como está escrita. Al ser una producción de Netflix, podíamos prácticamente hacer lo que fuera, cómo fuera y las veces que fuera, además de que le da la ventaja a la genta de que no tiene que estarse preocupando de si vio o no el episodio de la semana anterior, sino que puede continuar con la historia, engancharse con los personajes.

 

¿Cómo ha sido esta experiencia para ustedes en comparación con otros trabajos?

 

VD: Muy diferente. Es extraño, pues la terminamos de filmar hace ya un tiempo y la verdad es que no tengo nada más que cosas buenas que decir al respecto. En realidad acabé enamorado de mi personaje, Wilson Fisk, como persona. Me encantaba llegar a trabajar todos los días. Yo hice otro show de televisión durante 10 años, pero esto se sintió completamente diferente.

¿Sentiste presión por ser Daredevil o por ser comparado con la versión que hizo Ben Affleck?

 

CC: Sí, claro. Y la presión para mí crecía conforme íbamos filmando, porque además yo nunca había leído el cómic de Daredevil, así que en realidad no tenía ninguna experiencia acerca de qué tan importante es este personaje para muchas personas, de cómo lo han seguido a lo largo del tiempo.

 

Obviamente me puse a leer la mayor cantidad de cómics de Daredevil que pude, y le pregunté a varios de mis amigos, y me sorprendí cuando algunos me dijeron que eran grandes fans del personaje, lo cual yo no tenía ni idea.

 

Después fuimos a la Comic-Con, y para entonces ya se habían soltado varias imágenes de la serie en la red, y la gente opinaba acerca de las mismas. Incluso mi mamá me envió su opinión (risas).

 

Esa sensación de gran responsabilidad sí ejerció presión en mí, pero tuve que soltarla, pues no puedes tomar decisiones basado en ello, así que sólo traté de ser fiel a lo que el director me indicaba. Tienes que saber que no vas a darle gusto nunca a todos, pues durante el curso de la vida de Daredevil en los cómics él va cambiando dependiendo de los escritores, los dibujantes. Y algo que creo que es grandioso de nuestro show es que es muy específico en la mayor parte de las cosas.

 

¿Viste la película de Ben Affleck?

CC: Sí, y creo que él hizo un trabajo fenomenal, me gustó mucho su versión de Daredevil. Pero creo que sí hay muchas cosas que separan su interpretación de la mía, de entrada, que somos dos personas diferentes dándole vida.

 

¿Esta versión de Daredevil es para todo público?

CC: No, más bien está dirigida a los adultos porque hay cosas muy oscuras en ella, escenas muy intensas. Algo que descubrí es que muchos de los fans de Daredevil ya son adultos, de 30-40 años, y esta versión es como para honrarlos también a ellos, que crecieron con el personaje.