Sencillo, carismático y accesible, las cualidades de Andrés Guardado que lo han convertido en un verdadero ídolo en Holanda.

 

Los aficionados del PSV Eindhoven desde hace tiempo tienen en el lateral mexicano su jugador preferido,  lo demuestran cada partido en el Philips Stadion.

 

Llegó para Los Granjeros esta temporada, y pese a todos los pronósticos tras su fugaz paso por el Bayer Leverkusen, el jugador se ganó a la tribuna.

 

De a poco comenzaron a aparecer banderas mexicanas en las gradas, con mensajes en apoyo al mexicano.

 

La primera muestra de cariño por parte de los fanáticos holandeses fue cuando, después de un juego memorable, el originario de Guadalajara salió de cambio ovacionado por el estadio al son del Cielito Lindo.

 

 

El zurdo vive una de los mejores momentos en su carrera, juega bien, tanto que ya se convirtió en un pilar en el cuadro de Philip Cocu que está a punto de convertirse en campeón.
No es el primer mexicano en el PSV, Carlos Salcido y Francisco Maza Rodríguez consiguieron el título con los albirojos.

 

En el tope de su popularidad, los aficionados montaron un enorme mosaico con los colores de la bandera mexicana en una de las cabeceras del estadio.

 

 

 

De Principe  a Aguila dorada 

 

El apodado Principito cambió de apodo, o mejor dicho se lo cambiaron, en medio del mosaico se podía leer en español una frase agradeciendo la presencia de guardado en el equipo:

 

“Andrés Guardado nuestra águila de oro mexicana, tiene que estar en el PSV Eindhoven, nuestra casa es tu casa”, dijeron los aficionados ante los cada vez más fuertes rumores sobre la salida del tapatío.