La procuradora General de la República, Arely Gómez, deberá esforzarse mucho para demostrar que su nombramiento fue una buena elección, advirtió la maestra Sandra Salcedo, académica del programa de derechos humanos de la Universidad Iberoamericana.

 

Los resultados se podrán medir con el tiempo, pero para que la abogada de la nación se gane la confianza de la ciudadanía y la aprobación de su trabajo por parte de organismos de derechos humanos, deberá cumplir las cuatro vertientes de trabajo que anunció para su gestión.

 

“Estaríamos esperando que se dé algo que ha sido cuestionado y no se ha visto en la mayoría de los casos con la contundencia que debería tener una Procuraduría General de la República, que es independencia en la investigación, independencia en la persecución de los delitos del orden federal y resultados que dejen a la población confiar en sus instituciones, pero que además, legitime el trabajo a la institución.

 

“Bien sabemos que habrá situaciones en las que todo será cuestionado, pero ahora sí han dado pie por la falta de resultados, de formalidad, de seriedad por lo que se nos ha presentado por la procuraduría y que es parte de la misma decisión de hacer el cambio en la titularidad de la PGR”, subrayó la especialista en entrevista.

 

Hace unos días, Gómez anunció ante el Senado que trabajará en cuatro vertientes: transparencia, procuración de justicia eficaz, implementación del nuevo sistema de justicia penal y respeto de los derechos humanos.

 

Al respecto, expuso la académica, hay interés general en saber lo que van a hacer las autoridades, conocer los temas urgentes y ser más exigentes con los resultados porque las instituciones han mostrado debilidad, falta de independencia y una simulación exagerada.

 

“Yo creo que la nueva procuradora, a pesar de toda la falta de credibilidad que hay, debe aprovechar y reconocer las instituciones por parte de la sociedad civil, por parte de las familias que están exigiendo justicia, no nada más en el caso de Ayotzinapa, la sociedad en general está queriendo saber qué sucedió y que se investigue y se sancione a las personas responsables en el caso Tlatlaya y todos aquellos (casos) que no están en el foco público que de una u otra forma han quedado en la impunidad y que han marcado la pauta para que eso se siga cometiendo.

 

“Si algo queda de interés por realmente hacer su trabajo, tienen que aprovechar el que todavía la ciudadanía acuda ante ellas (a denunciar) y esté al pendiente de sus resultados, el día que la ciudadanía se dé la vuelta, ese día hay que preocuparnos, ese día no está muy lejano”, advirtió.

 

Aunque la procuradora tenga entre sus principales objetivos el respeto a los derechos humanos, que ya es una buena señal, falta ver que realmente incorporen la perspectiva, el plan de trabajo con objetivos fijos y que lo implementen de manera congruente ya que en los  cinco casos que México ha perdido ante la Corte Interamericana, se le ha condenado al Estado mexicano por violar los derechos humanos donde se ha destacado la negación al acceso a la justicia, concluyó.