El arribo de nuevas petroleras y eléctricas a México incentivará y potencializará el coprocesamiento, un negocio poco conocido, pero muy relevante porque transforma los lodos y residuos contaminados en combustibles que encienden los motores de la industria cementera.

 

Para Miguel Ladrón de Guevara, director de la empresa Ecoltec, una filial de la cementera Holcim que desde hace más de 20 años explota el negocio del coprocesamiento, “al haber más jugadores o más empresas en la exploración, explotación y producción de hidrocarburos es de esperarse que haya más residuos o lodos contaminados (principales insumos para generar combustible que es quemado en la industria cementera)”.

 

El coprocesamiento consiste en usar residuos como materia prima o fuente de energía para echar andar los procesos industriales de las grandes compañías, es decir, reemplazan los minerales y combustibles fósiles, tales como carbón, petróleo o gas natural.

 

Desde hace más de dos décadas, Holcim cuenta con siete plantas donde llegan los residuos industriales para generar combustible, comenta el responsable de la compañía.

 

Anualmente, la filial de la cementera Holcim ingresa más de 250 mil toneladas de residuos industriales, lo cual es muy bajo cuando “se compara con las ocho mil toneladas de basura generadas solamente en el Distrito Federal”, menciona.

 

“Estamos atendiendo a muy poco de lo que el país necesita”, reconoce el director de Ecoltec.

 

La compañía recibe materiales y residuos, especialmente estopas, trapos botellas y lodos contaminados con aceites, solventes y pinturas generadas en aproximadamente 300 empresas de la industria de la transformación en México.

 

“Más que poner otras plantas queremos que los niveles aceptables de sustitución térmica, que para México es de 15%, tomando en cuenta que es un país de 100 millones de habitantes y genera basura regular”.

 

¿Por qué su empresa no está en los ojos de los mexicanos?

 

Es un negocio que se desarrolla en la escala de la cadena de valor y tiene como función el reciclaje, que se conoció poco a poco y ahora se conoce más. Sin embargo, el tema del coprocesamiento tiene mucho tiempo, pero no ha tenido la penetración suficiente.

 

¿El crecimiento de la empresa ha sido complicado?

 

La práctica del coprocesamiento, a pesar de que se conoce hace más de 40 años para algunos es recibir residuos y manejarlos como un basurero.

 

Pero no es así: “El tema es llegar a los generadores, a los clientes y a las compañías para no manden sus materiales a los rellenos sanitarios. Porque los residuos que hoy van al confinamiento mañana lo van a encontrar nuestros hijos cuando abran el suelo”, subraya.

 

“La idea es que menos materiales vayan a los basureros o a los confinamientos, y esos materiales no prolonguen su vida ni representen un impacto futuro para el medio ambiente y sobretodo que se sustituyan a los combustibles fósiles”, menciona.

 

¿Planean abrir más plantas?

 

Para que exista el coprocesamiento necesitamos abrir una planta más de cemento. Ahora tenemos las siete plantas de cemento, que son los lugares donde se preparan los residuos para hacer combustibles.

 

¿La reforma energética provocará que se construyan más plantas de coprocesamiento en México?

 

La reforma energética tiene sus objetivos, pero nosotros vamos a seguir aumentando nuestras recepciones por atender a una mayor cantidad de clientes.

 

¿La llegada de petroleras y eléctricas incrementará su negocio?

 

Al haber más jugadores o más empresas tanto en la exploración, explotación y producción de hidrocarburos es de esperarse que haya más residuos.

 

¿Cuál es el ahorro generado por el coprocesamiento?

 

Se logran sustituciones de hasta de entre 70%, 80%y 90% de la sustitución térmica, ya que todo el combustible proviene de la preparación y formulación de residuos contaminados. En Suecia es donde se tienen los altos niveles de sustitución térmica que logran ser de 90%, en México estamos entre 10% y 15% de las sustitución termica. Hay bastante campo por recorrer y es parte de nuestro trabajo.