DENVER. El ex presidente guatemalteco Alfonso Portillo, que hoy salió de prisión de Estados Unidos tras cumplir una condena de 70 meses por conspiración para el lavado de dinero, se declaró “feliz” por poder regresar a su país, lo cual tiene previsto hacer en esta misma jornada.

 

Al salir del Centro Correccional en Englewood, a las afueras de Denver (Colorado), Portillo expresó a los medios de comunicación su alegría por retornar a Guatemala y encontrarse con su familia.

 

Le esperaban a las puertas de la prisión el cónsul general de Guatemala en Denver, Manuel Estuardo Roldán, y el vicecónsul, José Manual Azurdia, además de su sobrino, Juan Pablo Riley, quien lo abrazó al salir de la cárcel y le acompañó en automóvil hasta el aeropuerto.

 

En el trayecto recibió y realizó llamadas para recibir saludos de sus simpatizantes y colaboradores y para coordinar los últimos detalles de su llegada a Guatemala.

 

Portillo había sido extraditado a Estados Unidos en abril de 2013. En 2014, un juez en Nueva York lo sentenció a cinco años y diez meses en prisión por haber aceptado sobornos de Taiwán y haber “lavado” ese dinero en bancos estadounidenses.

 

Tras cumplir parte de su sentencia en Nueva York, donde, según sus allegados, fue tratado como cualquier otro recluso, Portillo fue trasladado a la prisión federal en Englewood, donde hoy quedó libre.

 

El ex mandatario, que llegó a un acuerdo con la Fiscalía para reducción de pena, devolvió 2,5 millones de dólares.

 

Ex esposa lo apoya

 

Por su parte, Evelyn Morataya, ex esposa de Portillo, expresó que él “está feliz por regresar a Guatemala. Hoy es un día muy importante, lo que haya pasado ya pasó”.

 

En entrevista telefónica con la radio guatemalteca Emisoras Unidas antes de que Portillo saliera de prisión, comentó que ayer se mantuvo en comunicación constante por correo electrónico con el ex presidente, quien le contó cómo se encontraba y cómo se despedía de sus compañeros de prisión y de la alegría que sentía de ser liberado.

 

“Estamos todos muy contentos y nerviosos por su arribo”, agregó la ex primera dama de Guatemala.

 

Sobre las expectativas que existen por su retorno al país, Morataya dijo que en un principio era poco lo que se esperaba porque “hubo momentos de mucha soledad y dificultades” que tras su extradición en mayo de 2013 fueron creciendo y aumentaron luego de su condena en junio de 2014.

 

Aseguró que la extradición y el encarcelamiento “es la humillación más grande que puede vivir una persona, no digamos un expresidente”.

 

“Pero yo creo que eso es pasado, no es un momento para quejarnos y estar tristes, es un momento para celebrar, hoy es un día muy importante, lo que haya pasado ya pasó, hoy es un día muy importante para nuestra familia, de reencuentro y agradecer a Dios”, enfatizó.

 

Añadió que la etapa que le tocó vivir a Portillo tras dejar la Presidencia en enero de 2004 “terminó esta mañana”.

 

Comentó que el ex presidente le expresó en los correos su deseo de volver con ella a México el próximo domingo luego de retornar a Guatemala.

 

Sin embargo, aclaró que Portillo se tendrá que someter a un chequeo médico en su país.

 

Morataya dijo que ella y su hija Gabriela, de 14 años, retornan el domingo a México.

 

“Él quería regresar con nosotros para compartir con Gabriela pero yo creo que habrá tiempo para que nos visite, pero es más importante que cuide su salud”, aseveró.

 

Según la ex primera dama, Portillo no tiene ninguna preocupación y “sólo está feliz por regresar a Guatemala”.

 

El expresidente, manifestó, es ahora “un hombre maduro, más sereno, con un corazón bastante limpio, una mente brillante, más generoso y preocupado más por nosotros que por él”.

 

Morataya dijo en su cuenta oficial de Twitter que Portillo salió esta mañana de prisión y se abrazó con su sobrino Juan Pablo Riley, hijo de su hermana mayor Edna.

 

El ex mandatario cumplió una condena de 70 meses por conspiración para el lavado de dinero y tuvo que devolver a Estados Unidos 2,5 millones de dólares que recibió como soborno del Gobierno de Taiwán.

 

En la sentencia a Portillo, ahora de 63 años, se le contó el tiempo que estuvo en prisión en Guatemala tras su captura en enero de 2010. DM