Durante el primer año del presente gobierno, la SCT presentó deficiencias en la programación y ejercicio presupuestal  de los trabajos de construcción, modernización, conservación y reconstrucción de carreteras alimentadoras y caminos rurales, según advirtió la ASF en su informe 2013, lo que le llevó a gastar 750 millones de pesos más en el rubro.

 

El organismo determino que durante ese año, el costo por construir un kilómetro de puente en la red alimentadora fue 56.3% menor, el costo por modernizar un kilómetro de camino rural disminuyó 17.6%; mientras que en las carreteras alimentadoras se registró un costo superior en 1.5%. Asimismo, el costo por kilómetro en la conservación integral de las carreteras fue inferior en 24.4%, mientras que los trabajos de conservación en los caminos rurales el costo disminuyó en 55.0%; sin embargo, en la reconstrucción de esa infraestructura se registró un aumento de 23.5%. Por ello, mientras el presupuesto fue de 16 mil 309 millones de pesos, la dependencia ejerció 17 mil 58 millones.

 

Esto derivó en que cerca de 28 mil 367 localidades que se encuentran en las zonas más marginadas del país, en las cuales habitan alrededor de 4.9 millones personas, no pudieran comunicarse con los polos regionales de desarrollo, centros de consumo y de producción en el medio rural, a servicios básicos de salud y educación, así como a mayores oportunidades de empleo y desarrollo general.

OBO