COPENHAGUE. La policía danesa detuvo a varias personas en una redada en un cibercafé en Copenhague vinculada con la investigación de dos ataques terroristas en ocho horas que causaron tres muertos y cinco heridos en las últimas horas, según los medios.

 

El sospechoso de los dos atentados era un joven de 22 años nacido en Dinamarca.

 

El individuo, que fue abatido en la madrugada tras una persecución policial de varias horas y cuyo nombre no se ha facilitado, era conocido “por actividades criminales relacionadas con violaciones de las leyes de armas y actos violentos”, además de en el ambiente de las bandas de delincuentes de la capital danesa.

 

La policía había admitido horas antes que conocía su identidad, pero sólo había señalado que estaba bajo el radar de los servicios de inteligencia desde hacía tiempo y que no había constancia de que hubiera viajado a países en conflicto como Irak o Siria.

 

Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona del primer ataque permitieron averiguar que el hombre estuvo en un departamento del barrio multicultural de Nørrebro, al norte de la ciudad, durante unos veinte minutos después del tiroteo antes de salir de nuevo.

 

El primer tiroteo ocurrió en un centro cultural donde estaban presentes el embajador francés en Dinamarca y el artista sueco Lars Vilks, que vive bajo protección policial por amenazas de grupos islamistas tras publicar hace años una caricatura de Mahoma como un perro.

 

Ahí murió un cineasta danés de 55 años, Finn Nørgaard, y tres agentes resultaron heridos de levedad, mientras que en el ataque a una sinagoga falleció un miembro de la comunidad judía y otros dos policías fueron heridos. El joven asesinado es Dan Uzan, un miembro destacado de la comunidad judía de 37 años y que hacía guardia en el exterior del lugar mientras se celebraba una confirmación a la que asistían unas ochenta personas, según ha revelado la Sociedad Judía de Dinamarca.

 

El individuo no logró entrar en el interior del edificio, situado en el centro de Copenahgue, aunque logró herir de bala a dos policías, que se encuentran fuera de peligro.

 

“No me atrevo a imaginar lo que podría haber ocurrido si hubiera entrado en la comunidad”, dijo Asmussen, quien se mostró “conmocionado” y trazó paralelismos entre el incidente y los atentados de enero pasado en París.