NUEVA YORK. Marc Gasol ya no está a la sombra de su hermano mayor Pau. Este Juego de Estrellas de la NBA, a celebrarse la noche del domingo lo confirma definitivamente, despojando cualquier tipo de complejos filiales.

 

Cuando a Marc le preguntaron el viernes sobre la “cuestión biológica”, de estar siempre por detrás de su hermano que le lleva cinco años de edad, afirmó sentirse conforme con el presente suyo, y el de Pau.

 

“Cada uno tiene que estar satisfecho y feliz con lo que uno hace. Pau cree en lo que él hace y yo también”, señaló Marc, posiblemente el mejor centro en la actual NBA.

 

“Las comparaciones en estos casos no llevan a nada. Quiere decir que tú en algún aspecto de tu trabajo no estás conforme. Yo estoy feliz y tengo ganas de seguir creciendo, con ganas de más”.

El pívot Marc Gasol (33) de los Grizzlies de Memphis disputa el balón entre Mason Plumlee (izq), Brook López y Deron Williams (8), el pasado martes 10 de febrero en Memphis. Foto: Brandon Dill | AP
El pívot Marc Gasol (33) de los Grizzlies de Memphis disputa el balón entre Mason Plumlee (izq), Brook López y Deron Williams (8), el pasado martes 10 de febrero en Memphis. Foto: Brandon Dill | AP

Marc tenía 16 años cuando en 2001 se mudó a Memphis para acompañar a su hermano mayor, Paul, quien iniciaba su carrera en la NBA, en la ciudad conocida por ser sinónimo de Elvis Presley.

 

Por entonces, Marc era conocido por ser el hermanito de Pau. Un chico que aprendió inglés rápido y le tomó el gusto a la comida chatarra y el hip-hop estadounidense, antes de regresar a España dos años después para comenzar su propia carrera profesional.

 

Marc regresó a Memphis en 2008 para incorporarse a los Grizzlies que habían obtenido el derecho de adquirirlo en el draft mediante un canje que envió a Pau a los Lakers de Los Ángeles. Ese traspaso, en principio, fue blanco de mordaces críticas. Se decía que los Lakers salieron ganando abrumadoramente, y con los Grizzlies sin garantías de que podrían convencer a Marc de que volviera a Estados Unidos.

 

Marc aceptó el reto y se incorporó al equipo en la temporada de 2008-09, en su cuarta campaña fue seleccionado a su primer Juego de Estrellas y en la posterior fue consagrado como el mejor jugador defensivo de la liga.

 

ahora -junto a Pau- protagoniza algo inédito en la historia del Juego de Estrellas, el megaevento de la NBA. Los dos pívots españoles son los primeros hermanos que arrancan en los quintetos titulares.

 

Es así que este domingo, cuando se haga el salto por el balón en el círculo central del Madison Square Garden, proseguirá la rivalidad fraternal, como lo hacían en partidos al primero en marcar 21 puntos. Marc defenderá el equipo del Oeste, mientras que Pau estará con el Este.

 

“Seguimos con nuestros piques. Somos muy competitivos. No quieres perder nunca”, dijo Pau, seleccionado a su quinto Juego de Estrellas y primero con los Bulls de Chicago.

 

 

LeBron James (izq) de los Cavaliers de Cleveland y Pau Gasol (16) de los Bulls de Chicago disputan un balón, el jueves 12 de febrero de 2015. Foto: Charles Rex Arbogast | AP

 

Esta es la primera vez que Pau y Marc coinciden en la misma edición de un Juego de Estrellas. Son los primeros hermanos en participar en el mismo clásico desde que Tom y Dick Van Arsdale intervinieron en 1970 y 71, pero sin ser titulares.

 

Al Horford, el pívot dominicano de los Hawks de Atlanta que participará en su tercer All-Star con el equipo del Este, se expresó maravillado por las circunstancias de los Gasol.

 

“Dos jugadores internacionales, españoles, en los quintetos iniciales del fin de semana más importante de la NBA. Es algo muy muy impresionante lo que han hecho”, dijo Horford, quien tiene un hermano menor, Jon, que juega a nivel universitario en su alma mater de Florida.

 

El revuelo que los hermanos provocaron este viernes en el día de prensa del All-Star -en una sala de conferencia de un hotel de Times Square -fue descomunal.

 

La nube de periodistas que disparaba preguntas en español, catalán e inglés a los hermanos era enorme. Tim Duncan, un astro con cinco anillos de campeón, estaba sentado al lado y la comparecencia de medios que tenía en una mesa adyacente a la de Marc no se le acercaba en lo más mínimo.

 

Pau lucía cansado. Apenas había dormido tras disputar un partido la noche anterior, en el que sus Bulls vencieron a Cleveland y alcanzó su 14to `doble-doble’ seguido, la racha más larga de un jugador de Chicago desde los 15 de Michael Jordan en 1988-89.

 

Pero sabía que este es un momento único: “Estar en conversación aquí, de esta manera, ya es un grandísimo privilegio. Desde que vine aquí en 2001, en estos 14 años, creo que mi carrera ha sido privilegiada. No podría pedir mucho más”.

 

“Es una gran emoción, una felicidad que durará mucho tiempo, una gran satisfacción que podemos manifestar aquí, y para mucha gente que nos quiere y mucha gente que nos ha apoyado durante mucho tiempo”, dijo Marc.

 

“No soy un gran soñador. Nunca soñé….es tan espectacular que lo que estamos viviendo ahora… Los límites se los pone uno mismo”