BARCELONA . El Barcelona puso un pie en una nueva final de la Copa del Rey al vencer por 3-1 al Villarreal, al que, sin embargo, dejó escapar vivo del Camp Nou, pues Neymar falló un penalti, cuando peor lo estaba pasando el conjunto amarillo, que podía haber dejado resuelta la eliminatoria.

 

Aunque Marcelino repitió el mismo once que plantó cara al Barça en la Liga, el planteamiento de los visitantes nada tuvo que ver con el de hace diez días.

 

El Villarreal radicalizó su apuesta defensiva con el propósito de evitar otro partido de ida y vuelta en el que Barcelona de Luis Enrique se siente, hoy día, como pez en el agua.

 

El objetivo no era otro que el de evitar que pasaran muchas cosas esta noche en el Camp Nou y provocar que la eliminatoria se tuviese que decidir en El Madrigal.

 

Los visitantes lo lograron durante los primeros cuarenta minutos, en los que el Barça evidenció uno de sus mayores pecados del pasado: su obstinación por fabricar todo su fútbol por el centro renunciando al desborde por las bandas.

 

 

Siempre Messi

 

En un inicio del partido, duro y tenso, apareció Messi para abrir el marcador a cinco minutos del final del primer tiempo, en un desborde por la izquierda comandado por Luis Suárez  que concretó  el delantero argentino.

 

 

 

 

Golazo      

 

 

Golazo de Manu Trigueros, había entrado de cambio en el inicio del partido, sacó un zapatazo que el arquero blaugrana dejó pasar sin mayor problema.  

 

 

       

 

 

Concentración      

 

 

Andrés Iniesta nunca pierde la concentración, en un pase a Luis Suárez que salió rebotado ante la caída del uruguayo, Iniesta aprovechó para darle de nuevo la ventaja al cuadro catalán.        

 

   

 

 

Llegó Piqué  

 

 

En un tiro de esquina ante una marca floja del Villareal, apareció Gerard Piqué para anotar el 3-1 a favor del Barcelona.  

 

Con información de EFE