PARÍS. El primer ministro griego, Alex Tsipras se mostró conciliador en París. Tal vez su objetivo era convencer al presidente Hollande de ser el encargado de pilotear un vuelo hacia el cambio de paradigma que el griego desea frente a la troika.

 

“La estabilidad de la UE presupone un cambio de política económica, un giro hacia el crecimiento”, y “Francia debe tener un papel preponderante, protagonista para este cambio de política”, señaló Tsipras” en una declaración conjunta con Hollande, al cabo de casi hora y media de entrevista en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa.

 

Justificó la pertinencia de ese giro en que “Europa no está en una situación muy lógica desde el punto de vista económico”, pero también en que el Gobierno que ha formado tras la victoria en las urnas de su partido, el izquierdista Syriza, “ha recibido un mandato claro para que el país vuelva a la cohesión social y al crecimiento”.

 

Siguiendo con el mensaje de estos últimos días, aseguró que Grecia no supone amenaza alguna para el resto de los europeos y que las “propuestas realistas” que está haciendo en su gira europea iniciada esta semana buscan dar margen a su gabinete para llevar a cabo las “reformas necesarias”.

 

Unas reformas entre las que citó la lucha contra la evasión fiscal y contra un Estado “clientelista,” que pretenden que el país “sea creíble” y “restablecer la justicia social”.

 

Frente a los que le recuerdan que hay unos compromisos y unas reglas en la UE -sobre todo desde Alemania- el primer ministro griego replicó: “Todos tenemos que trabajar respetando las reglas europeas (…), pero también hay que respetar que todos los países deben trabajar en un plano de igualdad”.

 

En cuanto a la deuda, Tsipras no fue más allá de dos generalidades: “Debe ser viable” y “tenemos que salir de esta crisis que se autoalimenta”.

 

Y afirmó que está convencido de que sus socios europeos quieren escucharle.

 

Hollande, por su parte, consideró que “es hora de encontrar una solución de largo plazo para Grecia en Europa”, sobre la base de dos principios.

 

El primero -dijo- es la solidaridad: “Estamos en la misma zona monetaria, tenemos los mismos intereses, los mismos objetivos y las mismas obligaciones”.

 

El segundo es la responsabilidad: “Tenemos una misma moneda” y eso supone esfuerzos para que “tenga estabilidad, para ser respetada”.

 

Sobre la demanda de Tsipras de que Francia se ponga en cabeza de un giro de las políticas europeas, el socialista Hollande, que en 2012 fue elegido con esa misma promesa, señaló que hay que respetar el voto de los griegos, “que ha sido claro, fuerte y ha querido significar que la austeridad como única perspectiva ya no es soportable”.