Ante un escenario de tensión social y la advertencia del Movimiento Popular Guerrerense de impedir las elecciones en Guerrero, el Instituto Nacional Electoral (INE) someterá a votación del Consejo General la adopción de medidas extraordinarias que impactarán en los procesos de capacitación y organización electoral.

 

En la sesión programada para este martes, el consejero presidente, Lorenzo Córdova Vianello, presentará un acuerdo por el cual “ante casos fortuitos o de fuerza mayor”, se prevén medidas que van desde recomendar un “perfil discreto” a sus empleados hasta cancelar diversos procesos de capacitación y simulacros.

 

Entre las acciones que someterán a consideración es suspender eventualmente la realización de brigadas para invitar a los ciudadanos que salieron sorteados a ser funcionarios de casillas y adoptar una actitud cautelosa y discreta en el proceso de instalaciones de casillas y preparar a quienes la dirigirán.

 

Desde diciembre, el movimiento social, que aglutina a maestros disidentes, padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y organizaciones sociales, han mantenido ataques sistemáticos a las sedes del INE en Guerrero con el objetivo de impedir la organización del proceso electoral, que a nivel federal elegirá 10 diputados guerrerenses y en el ámbito local renovará la gubernatura, alcaldías y Congreso estatal.

 

Incluso en los distritos de Acapulco, Tlapa de Comonfort y Chilpancingo los edificios electorales cumplirán dos meses “clausurados” por la rebelión social.

 

Ante ese escenario, el INE propondrá un ajuste en los reglamentos para que los consejos y juntas distritales de esa entidad puedan sesionar en sedes alternas, y además, flexibilizarán el calendario electoral para que los procesos que por “fuerza mayor” no se lleven a cabo puedan realizarse en una fecha posterior o incluso saltarse.

 

Por ejemplo, en el distrito de Tlapa, en la montaña guerrerense, el nombramiento de capacitadores y observadores electorales cumplirá un mes de retraso, debido a que no han existido las condiciones para que los aspirantes a esos puestos apliquen sus exámenes y entrevistas.

 

Con la medida que pretenden adoptar los consejeros del INE, se buscarán alternativas para realizar las entrevistas y ahí mismo les preguntarán a los aspirantes segmentos del examen con el propósito de continuar con la organización de la elección.

 

La situación de tensión que prevalece en aquella entidad, reconoció Lorenzo Córdova, ha retrasado la organización del proceso electoral y ha encendido las alertas amarillas en el instituto debido a que las elecciones a nivel federal se encuentran en la etapa de precampañas.

 

El consejero presidente ha afirmado que aunque echen a andar mecanismos de contingencia, la elección de Guerrero podría entrar en un punto de “no retorno” si es que a finales de febrero continúa la escalada de violencia que impide el desarrollo de las elecciones.