Argel. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, terminó hoy en Argel una visita a varios países de la OPEP sin consenso para pactar una reducción en la producción de petróleo que permita detener la vertiginosa caída de precios.

 

“Estamos en una coyuntura delicada y se harán denodados esfuerzos por superarla”, dijo Maduro a los medios tras reunirse con el presidente Abdelaziz Buteflika, en esta última etapa de una gira que le ha llevado a Irán, Catar y Arabia Saudí, sin conseguir apoyos en su intento por que la OPEP (que tiene en torno a un 42% del mercado petrolero mundial) reduzca su producción de crudo.

 

Los expertos han insistido en que miembros de la OPEP como Irán, Irak, Libia y Nigeria dependen únicamente de los ingresos del crudo para mantener en marcha a sus países. Lo mismo ocurre con Argelia y Venezuela; en este último caso 30% de sus ingresos dependen del crudo por lo que se ha convertido en el abanderado de la propuesta de recortes, sin encontrar mucho eco en la OPEP.

 

Ayer mismo, Venezuela recibió un nuevo golpe de la agencia de calificación de riesgo Moody’s, que rebajó el bono venezolano de Caa1 a Caa3 tras evaluar que el riesgo de impago se ha incrementado “sustancialmente”, lo que dificultará la capacidad del país para reestructurar la deuda.