ARLINGTON. Tony Romo lanzó dos pases de touchdown a Terrance Williams, el segundo para tomar la ventaja en el tramo final del último cuarto y los Vaqueros de Dallas vinieron de atrás al imponerse el domingo 24-20 ante Detroit en su primer partido de playoff en cinco años.

 

Los Vaqueros (12-5) se recuperaron tras arrancar perdiendo por un margen de dos touchdowns y ahora les toca ir Green Bay, su primera visita a ese territorio en la postemporada desde una dolorosa derrota ante los Empacadores en el recordado “Ice Bowl” en 1967.

 

Detroit (11-6) cubrieron las 99 yardas para uno de sus dos touchdowns en el primer cuarto, pero Matthew Stafford no pudo encontrar la zona de anotación en el resto del partido. El mariscal de campo de los Leones quedó con foja de 0-2 en los playoffs, tres años después de haber perdido otro partido de comodines ante Nueva Orleáns.

 

Fue un encuentro complicado para Dallas. Su quarterback, Tony Romo, tuvo la peor tarde en cuanto a efectividad de pase en lo que va de la temporada, al conseguir 19 pases completos en 31 intentos, muy por debajo de su promedio.

 

Sin embargo, respondió en el momento preciso, cuando era necesario el pase para ganar.

 

La ofensiva que rubricó el triunfo de Dallas se concretó, luego que los árbitros dieron marcha atrás con una infracción por una interferencia a un pase contra Dallas, lo que provocó que Detroit despejara el balón en una decisión inexplicable de su coach, Jim Caldwell, que pudo mandar a ganar la yarda que les faltaba por el primero y diez aunque fuese en cuarta oportunidad.

 

A partir de entonces, Romo inició en la yarda 10 una de las más memorables ofensivas de su carrera. La infracción no marcada podría ensombrecer el regreso de Dallas, pero merecen todo el crédito por la forma en la que regresaron, hasta que Romo, que había estado algo impreciso, se mantuvo frío en la bolsa de protección y envió un pase de ocho yardas a Williams en la tercera oportunidad y puso en ventaja a los Vaqueros por primera vez en el partido, cuando faltaban tres minutos para el final.

 

Indianápolis va por Denver; deja a Bengalíes en el camino

 

INDIANÁPOLIS. Andrew Luck tenía bien medido el blanco mientras perdía el balance. El quarterback de Indianápolis lanzó para 376 yardas y un touchdown que le cambió el rumbo al partido, y los Potros fueron amos y señores durante la segunda mitad para vencer 26-10 a los Bengalíes de Cincinnati.

 

Daniel “Boom” Herron aportó otra anotación mediante un acarreo y los Potros (12-5) visitarán el domingo próximo a Denver (12-4).

 

Andy Dalton completó 18 de 35 pases para 151 yardas y soltó un balón, para colocar en 0-4 su foja en los playoffs. Dalton empató a Warren Moon en cuanto a más derrotas en la primera ronda de los playoffs por un quarterback.

 

Indianápolis ganaba por 13-10 en el intermedio, pero Luck definió el duelo al elevar un pase perfecto de 36 yardas a Donte Moncrief, quien anotó. El quarterback de los Potros completó ese envío pese a que estaba a punto de caer, para colocar el marcador 20-10 en el tercer cuarto.

 

Adam Vinatieri selló el resultado al convertir cuatro goles de campo, incluidos dos en las postrimerías.

 

Luck fue formidable ante los Bengalíes, al completar 31 de sus 44 envíos. Además, por primera vez, no perdió el balón en los playoffs. También alcanzó a Dan Fouts, Jim Kelly, Warren Moon y Drew Brees como los únicos tres jugadores de la NFL con tres partidos consecutivos de 300 yardas.

 

Aunque no fue el partido impecable que el entrenador de los Potros Chuck Pagano tenía en mente — T.Y. Hilton dejó caer pases en momentos clave; Herron perdió un balón y recibieron nueve infracciones— la ofensiva hizo lo suficiente. Aún mejor estuvo la defensa, que permitió apenas 254 yardas ante los Bengalíes, que echaron de menos al lesionador receiver A.J. Green o al ala cerrada Jermaine Gresham, sus principales encargados de atrapar pases.

 

En segunda y 10 desde la 36 de los Bengalíes 36, Luck lanzó un perfecto pase a la esquina de la zona de anotación, con Carlos Dunlap derribándole. Donte Moncrief atrapó el balón, sujetándolo contra su pecho, para una anotación de 36 yardas.

 

Cuando Dalton recibió el ovoide en la siguiente posesión, el quarterback tuvo a Brandon Tate libre de marca por el medio. Pero el esquinero Greg Toler de los Potros llegó a tiempo para desviar el pase. Tres jugadas después, los Bengalíes despejaron el balón y no volvieron a amenazar en el partido. AP

 

 

Luck alcanzó a Dan Fouts, Jim Kelly, Warren Moon y Drew Brees como los únicos tres jugadores de la NFL con tres partidos consecutivos de 300 yardas.

 

Andy Dalton empató a Warreb Moon en más derrotas en la primera ronda de playoffs para un quarterback al sufrir su cuarto revés.

 

Un robustecido Flacco enterró a los Acereros

 

PITTSBURGH. Joe Flacco es el villano o el héroe, según el color de sus bufandas. Fue su sobresaliente desempeño bajo presión y la ferocidad de la defensiva de su equipo, lo que provocó que al iniciar el último cuarto los fanáticos comenzaran a abandonar el estadio de Pittsburgh, algo impensable, que sin embargo, presagió la derrota el sábado de los Acereros 30-17.

 

Las siete victorias como visitante en postemporada de Flacco guiando a los Cuervos de Baltimore son la mayor cantidad de un quarterback desde 1970, cuando se fusionaron las dos ligas. El sábado completó 18 de 29 pases para 259 yardas y dos anotaciones.

 

Así, los Cuervos cobraron venganza de los Acereros, que los eliminaron de la postemporada en 2008 y 2010, en el Heinz Field.

 

Desde entonces, Flacco ha madurado. Y aunque la campaña de Pittsburgh incluyó un repunte que le permitió conquistar la División Norte por primera vez en cuatro años, un renovado plantel de los Acereros pudo hacer muy poco en un encuentro de vida o muerte.

 

Pittsburgh jugó sin su corredor Le’Veon Bell, seleccionado para el Pro Bowl pero marginado por una lesión en la rodilla derecha. Los sustitutos Ben Tate, Josh Harris y Dri Archer aportaron apenas 43 yardas en 15 acarreos. AP