COPENHAGUE. Las autoridades noruegas rechazaron la petición de asilo político del joven mexicano que interrumpió antier la ceremonia del Nobel de la Paz en Oslo, Noruega, informaron varios canales de televisión de este país.

 

“Dicen que no puedo probar que estaría en peligro si viajo de vuelta a México. Creen que exagero, espero que tengan razón”, dijo Adán Cortés Salas a TV2.

 

Este joven de 21 años subió al estrado con una bandera de México cuando la paquistaní Malala Yousafzai y el indio Kailash Satyarthi acababan de recibir el Nobel.

 

El joven, que mostró al canal de televisión noruega la resolución a su caso de la Dirección de Extranjería, fue trasladado ayer al centro de internamiento para extranjeros de Trandum, al norte de Oslo, tras permanecer casi un día custodiado por la policía.

 

El caso fue saldado en su vía penal con una multa de 15 mil coronas noruegas (31 mil pesos) por alteración del orden y por entrar de forma ilegal en el ayuntamiento de Oslo.

 

Pero Cortés Salas deberá comparecer hoy ante un tribunal de Oslo porque la Policía ha pedido que sea puesto en prisión preventiva hasta que sea expulsado por violar las leyes de extranjería y porque considera que hay peligro de fuga.

 

“Quería atraer la atención del mundo hacia México para que vean qué es lo que ocurre allí. Mi mensaje era un grito de ayuda para México. Me volví e intenté pedirles a Malala y a Satyarthi si podía decir algo y contar lo que pasa. Las autoridades matan a estudiantes”, dijo el joven a la televisión pública NRK.

 

Cortés Salas aseguró que no se arrepentía y que lo haría otra vez, aunque se disculpó por si había asustado a alguien.

 

Según confirmó el miércoles la policía, el joven ni tenía invitación para acceder al ayuntamiento ni estaba acreditado como periodista, pero consiguió burlar la seguridad y nadie le pidió que se identificara.

 

“Fue fácil entrar, no me escondí ni nada parecido, fui a la entrada principal. Mi aspecto era similar al de los invitados. Creo que la seguridad que irradiaba hizo que pareciera que era uno más”, afirmó el universitario a NRK.

 

El incidente, que ha provocado críticas de varios estamentos y de los medios noruegos, ha hecho que la Policía haya endurecido la seguridad en los restantes actos del programa del Nobel de la Paz, que finalizó ayer con un concierto en el Spektrum de Oslo.