¿Realmente sabemos escuchar?, ¿entendemos la importancia de escucharnos primero a nosotros mismos y después escuchar al otro? Yo creo que el saber escuchar es una habilidad desarrollada naturalmente sólo por algunos, no todos sabemos hacerlo; las más de las veces interrumpimos al otro cuando está hablando para tratar de imponer nuestro punto de vista, sin importarnos realmente lo que el otro tiene que decirnos. Entonces, en consecuencia, no nos comunicamos ni entendemos nada de lo que el otro nos quiere decir.

 

El saber escuchar es un don, ya que cuando tenemos un problema el simple hecho de sentirnos escuchados nos libera, nos hace sentir acompañados, nos damos cuenta que no estamos solos, nos ayuda a liberar la tensión por la que estemos pasando y en muchas ocasiones también nos ayuda a aclarar nuestra mente al narrar lo que estamos viviendo, y tal vez hasta podamos ver respuestas a nuestro problema.

 

escuchar-al-cliente

 

La escucha activa es un gran apoyo en situaciones de crisis, ya que cuando alguien está pasando por una circunstancia de vida complicada el tener un oído cerca que lo escuche, sin juzgar ni aconsejar, sólo escuchar, permite que la persona que se encuentra en estado crítico pueda liberar poco a poco la presión y el sentimiento de caos que le generó la crisis. Una persona en estado de crisis se siente perdida, muchas veces no sabe ni por dónde viene la ola que lo está revolcando y arrollando, no ve salidas claras, ni alternativas viables para poder encontrar un camino hacia la estabilidad, y esto lo puede hacer sentirse fuera de control y entrar en un nivel de ansiedad, miedo y/o tristeza del que crea no ser capaz de salir.

 

La vida generalmente viene acompañada de crisis, por ejemplo, cuando nos enfrentamos a pérdidas importantes, como la muerte de algún familiar o un descalabro económico fuerte que desestabilice la vida de la persona. Existen diferentes circunstancias que nos desacomodan y que nos llevan a las crisis; muchas de ellas son tan fuertes que ponen en jaque todo aquello que nos hacía sentir seguros y con rumbo claro, nos desestabilizan completamente.

 

Es por ello que hoy, en nuestro México en crisis, creo que un elemento importante que todos podríamos practicar es esto de aprender a escuchar al otro… escucharlo desde el corazón, desde donde nos podamos conectar para apoyar al otro. Todos podemos ser un recurso importante para liberar tensión. Si aprendemos a escuchar, podemos participar activamente para aliviar un poco la presión que se está gestando a nivel individual y social, podemos participar como válvulas de escape y creo que esto es algo positivo porque nos conecta con el otro, con sus necesidades y con las nuestras también. Conectando con el otro conecto conmigo mismo. Sólo con escuchar podemos ir poniendo nuestro granito de arena.