En enero de 2011 hubo una llamada de Los Pinos a la presidencia de la Corte.

 

Era Roberto Gil Zuarth, secretario particular del entonces presidente Felipe Calderón.

 

Le contestó Arturo Pueblita, a su vez secretario particular del flamante presidente de la SCJN, Juan Silva Meza.

 

Palabras más, palabras menos, le dijo en tono autoritario:

 

-Dile al presidente de la Corte que el presidente Calderón lo espera la semana próxima en Los Pinos para comer con el Pleno.

 

Calderón9

 

Pueblita consultó a su jefe y regresó la llamada:

 

-Dile al presidente de la República que el presidente de la Corte acepta reunirse con él en Palacio Nacional pero solos.

 

Dicho encuentro personal no se dio ni en Los Pinos, ni en Palacio ni en la Corte, aunque sí hubo muchos más de tipo institucional, mayoritariamente protocolarios y en los informes de uno y otro titulares.

 

Y sin duda la relación entre ambos Poderes se mantiene con Enrique Peña Nieto, quien está invitado al informe de despedida del ministro Silva Meza para el 11 de diciembre.

 

 

CAMPAÑA DE 3 MINISTROS EN EL EJECUTIVO

 

Esta historia recobra actualidad, pero del lado contrario.

 

Hasta la reforma constitucional de 1995, impulsada por Ernesto Zedillo para reestructurar el Poder Judicial, la Corte y los tribunales se manejaba al gusto del presidente en turno.

 

Había 21 ministros y la designación de su titular era muy simple: a través de algún personero -regularmente un secretario de Estado, el titular del Ejecutivo decía a quién prefería de presidente.

 

La unanimidad fluía en el pleno con pleno sometimiento.

 

Ya no es así, pero algunos ministros creen estar en aquellos tiempos.

 

Esa es la única explicación para que al menos tres de ellos hayan visitado Los Pinos, varias secretarías y hasta a presidentes de partidos políticos en busca de respaldo.

 

Pero el Ejecutivo ya no vota.

 

Hoy la designación depende de 11 voluntades: los 11 ministros.

 

Bueno, ahora 10 porque ayer murió Sergio Valls, uno de los seis aspirantes aunque estuviera muy enfermo desde hace mucho tiempo.

 

Los otros cinco son: Margarita Luna Ramos, Luis María Aguilar, Arturo Saldívar, Alfredo Gutiérrez, Fernando Franco y Jorge Pardo.

 

Podría haber 11 votos sólo si el Senado de la República decide nombrar con rapidez al sustituto de Valls, pero no se distingue por su celeridad.

 

VALLS MURIÓ SOÑANDO SER PRESIDENTE

 

Hace tres semanas el chiapaneco Sergio Valls buscó a un amigo.

 

-Ayúdame a ser presidente de la Corte -le dijo.

 

Su interlocutor le rebatió:

 

-Sergio: sólo los ministros votan y tú estás muy enfermo. Cuídate. Tu salud vale más que la presidencia de la ONU, no se diga la presidencia de la Corte.

 

Murió con esa espera.

 

Quedan los seis aspirantes y, sépalo usted, no hay mayores posibilidades de injerencia de Los Pinos para influir en el resultado de la votación del 2 de enero próximo.

 

Sin embargo, reduzca la lista a tres prospectos reales: Luis María Aguilar, Margarita Luna Ramos y Jorge Pardo Rebolledo.

 

En ese orden.

 

El panorama podría estar más claro el 11 de diciembre tras el postrer informe de Juan Silva Meza.

 

De cualquier manera, todos los aspirantes tendrán la posibilidad de delinear su proyecto de trabajo y el tipo de Corte a construir bajo su mandato.

 

Y 2.- Hidalgo no tendrá nueva refinería, como prometió e incumplió Felipe Calderón, pero el gobierno de Enrique Peña manda un mensaje de consuelo al gobierno de Francisco Olvera.

 

El director de Pemex, Emilio Lozoya, fue ayer a iniciar las obras de reconfiguración de la refinería de Tula, proyecto a desarrollarse en 113 hectáreas y una inversión de 20 mil millones de pesos.

 

La refinería nueva preveía sólo 10 mil millones.