HENDERSON. Barack Obama restó importancia a las críticas de que se excedió en su autoridad al tomar medidas unilaterales para proteger a millones de inmigrantes sin residencia legal en Estados Unidos de la amenaza de la deportación.

 

En declaraciones al programa “This Week”, de la cadena ABC, el mandatario afirmó que fue importante que él actuara unilateralmente para priorizar la deportación de delincuentes y recién llegados, a la vez que de proteger a las personas que han vivido ilegalmente en el país durante al menos cinco años y que tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses.

 

“¿Por qué habríamos de preferir un sistema en el que ellos se queden en las sombras, pudiendo aprovechar el hecho de vivir aquí, pero sin contribuir?”, dijo Obama.

 

La orden ejecutiva de Obama, anunciada ha sido fustigada de forma fulminante por los republicanos, pero también ha puesto al descubierto divisiones dentro del Partido Republicano sobre cómo lidiar con el tema de la inmigración.

 

El senador Ted Cruz, republicano por Texas, rechazó la afirmación de Obama sobre la discreción en la aplicación de la ley. “Esencialmente él se ha metido en el trabajo de falsificación documentos de inmigración, porque no hay autoridad legal para hacer lo que él está haciendo”, dijo Cruz en el programa “Fox News Sunday”.

 

Otro republicano, el senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur, dijo que su partido comparte la culpa al no poder haber aprobado una ley de inmigración en la Cámara de Representantes.

 

“Debería darnos vergüenza como republicanos por tener un cuerpo legislativo que no puede generar una solución a un problema que es de seguridad nacional, cultural y económico. El Senado ha hecho esto tres veces”, dijo Graham en el programa “State of the Union” de CNN.

 

De hecho, Obama dijo que tomó su decisión por el fracaso de la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, para actuar en un proyecto de ley integral de inmigración que el Senado aprobó con apoyo bipartidista en junio de 2013. La cámara baja tampoco hizo un proyecto de legislación propio.

 

Dijo que los republicanos aún podrían aprobar una ley de inmigración.

 

El representante Raúl Labrador, republicano por Idaho, dijo que hace dos semanas presionó al liderazgo republicano para que empiece a aprobar una legislación sobre inmigración.

 

“Vamos a aprobar la legislación, pero no va a ser la legislación que el presidente está pidiendo”, dijo Labrador en declaraciones al programa “Face the Nation” de CBS.

 

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo días atrás que Obama está “haciendo daño a la presidencia” con sus medidas.

 

Obama dijo que su respuesta a las críticas de Boehner, es que él “apruebe una ley (de inmigración)”.

 

Entre las opciones de respuesta que valoran los líderes de la oposición están una acción legal contra el jefe de la Casa Blanca, el bloqueo de fondos gubernamentales, así como la dilación de los procesos de confirmación de funcionarios designados para cargos en el Ejecutivo, incluyendo miembros del gabinete y embajadores.

 

Por otra parte, en la misma entrevista, Obama dijo que quiere un demócrata en la Casa Blanca en 2016 y promete hacer todo lo posible para contribuir a ese fin. El presidente dijo que el público quiere “un olor a auto nuevo” en la próxima campaña presidencial.

 

Opinó que Hillary Rodham Clinton, su ex secretaria de Estado y otros posibles candidatos demócratas —que no mencionó— serían grandes presidentes.

 

Clinton ha dicho que a principios de 2015 decidirá si lanzará su candidatura.