Las fuerzas iraquíes que luchan contra el grupo Estado Islámico concentraron el domingo su ofensiva en la ciudad de Ramadi, apoyadas por combatientes tribales suníes a quienes Estados Unidos piensa armar.

 

Las autoridades de la ciudad impusieron un toque de queda de 24 horas mientras las fuerzas armadas iraquíes y los combatientes de las tribus luchan por recuperar el vecindario oriental de Sijariya que el grupo extremista dijo haber capturado el viernes.

 

El primer ministro iraquí Haider al-Abadi ordenó más apoyo aéreo y armas para los soldados y los milicianos suníes en la provincia de Anbar, de la que Ramadi es capital provincial.

 

Estados Unidos y los sucesivos gobiernos iraquíes han tratado de conquistarse a las tribus suníes para apoyar su causa, proponiendo el establecimiento de un programa nacional que incluye armar y financiar a las tribus leales.

 

El Pentágono planea adquirir un arsenal para los miembros de las tribus, incluso cinco mil  fusiles AK-47s, 50 cohetes lanzagranadas, 12 mil  granadas y 50 morteros de 82mm.

 

El arsenal, descrito en un documento que será enviado al Congreso para su aprobación, dijo que el costo estimado para equipar una fuerza inicial de combatientes tribales, en la provincia de Anbar, asciende a 18.5 millones de dólares, parte de un pedido al Congreso de 1,600 millones de dólares para armar y entrenar a fuerzas iraquíes y curdas.

 

“No equipar a esas fuerzas significa una oposición armada menos efectiva para contrarrestar el Estado Islámico y su capacidad para conquistar el apoyo necesario para controlar efectivamente las áreas que controla”, dice el documento.

 

El Estado Islámico ha matado a tiros a varios hombres de la tribu al-Bu Fahd, que combate contra los extremistas. También mataron a más de 200 hombres, mujeres y niños de la tribu suní Al Bu Nimr, de Anbar, en las últimas semanas, al parecer en venganza de que la tribu se hubiera alineado con las fuerzas de seguridad iraquíes y, anteriormente, con los estadounidenses.

 

Por otra parte, fuerzas iraquíes y curdas trataban el domingo de retomar pueblos capturados por el Estado Islámico en la provincia oriental de Diyala. Jabar Yawer, un vocero de los combatientes curdos, dijo que se luchaba intensamente en los pueblos de Saadiya y Jalula, que cayeron en mano de los extremistas en agosto.

MG