Más detenciones, operativos y hasta audios lanzados por el mismo Servando Gómez, La Tuta, se han realizado en el último mes sin ningún elemento haya servido para la captura del líder de Los Caballeros Templarios; a esto se suman los 10 meses de una estrategia federal con la que hasta ahora sólo se ha logrado acotar sus movimientos.
Apenas el martes, Gómez Martínez difundió un audio de 21 minutos donde advierte que busca cambiar de personalidad para evitar ser aprehendido y “durar unos cuantos años, si se puede”, y también se une a la esperanza de los 43 estudiantes aparezcan con vida.
El martes pasado Servando Gómez volvió a difundir un audio, este de 21 minutos en el que advierte sobre un cambio de personalidad para preservar su vida y su libertad.
“Quiero comentarles que no estoy dando la cara en este audio, ustedes entenderán los motivos y las razones, estoy tratando de cambiar de personalidad, ojalá y me funcione y pueda durar unos cuantos años, si se puede”, señaló.
Además de abordar diversos temas, Servando acusa a los Hermanos Sierra Santana, alias Los Viagra de pertenecer al cártel Guerreros Unidos, el cual ha sido acusado de la desaparición de normalistas en Iguala, Guerrero.
“Señores de Ayotzinapa, nosotros los delincuentes hemos sido tontos, hemos cometido errores, yo en Michoacán nunca me metí con los estudiantes. Yo le pido a mi Dios padre todo poderoso que sus hijos se encuentren con bien, que así sea y que ojalá mi Dios les ayude a ustedes”, asevera.
También lanza acusaciones contra los titulares de la Policía y la PGJE de Michoacán, e incluso al comisionado Castillo de “apoyar” al grupo criminal “que aparentemente desapareció, secuestró y posiblemente ultimó a 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa”.
Se mueve en Michoacán
Morelia, Tumbiscatío, Zinapécuaro y Uruapan son algunos de los municipios michoacanos donde un primo, lugarteniente, un jefe de sicarios, y la ex esposa del capo fueron detenidos en seguimiento para dar con él, lo que podría corroborar la versión de la autoridad de que La Tuta se desplaza sólo en el interior de Michoacán.
La acción más reciente en contra su círculo de operación fue el abatimiento de dos integrantes de su estructura criminal, entre ellos José Julio Mendoza Román, alias El Parotas, identificado como el jefe de sicarios del cártel en Tumbiscatío, según dijo el martes el comisionado federal Alfredo Castillo.
El lunes pasado, se confirmó la captura en la zona conurbada de Morelia, de Sergio Andrade, El Árabe, presunto lugarteniente de Servando Gómez y vinculado con varios asesinatos, entre ellos el del director de Seguridad Pública del municipio de Álvaro Obregón y el síndico del municipio de Tzitzio.
Familiares de La Tuta también han sido blanco para las autoridades federales y estatales, y aunque no ha habido una precisión de su papel dentro de las “actividades” del cártel, de igual forma sus aprehensiones van enfocadas a localizar al capo, según han dicho fuentes ministeriales.
Tal fue el caso de su ex esposa y madre de dos de los hijos del capo, Ana Patiño López, quien el 22 de octubre fue ubicada al manejar un auto con reporte de robo en la autopista de Occidente a la altura del municipio de Zinapécuaro. Al momento de la revisión la mujer ofreció más de 200 mil pesos para evitar su detención, además le encontraron una suma de dólares y droga.
El 24 de octubre, una vez que Patiño López fue acusada por la Procuraduría estatal de delitos de cohecho y posesión de objetos de procedencia ilícita, fue puesta a disposición de la PGR.
Una semana después, en el Estado de México fue retenida por unas horas una de las hijas de La Tuta, Sayonara Gómez Patiño, quien contaba con una orden de localización y presentación ante el Ministerio Público de Michoacán, versiones indicaron que no pasó más de tres horas en su declaración.
Lo mismo ocurrió con Juan José Martínez Mendoza, originario de Arteaga y presunto primo hermano de Servando Gómez, quien fue detenido el pasado 9 de noviembre junto con su esposa cuando circulaban por calles de Uruapan. Los federales les aseguraron el auto de lujo en el que iban y los más de 800 gramos de cristal que les hallaron.
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