José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala, no solo ha dejado indignación en el país por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, también ha sumido en una crisis avasalladora al Partido de la Revolución Democrática (PRD) que cobijó al empresario en la alcaldía desde 2012, coincidieron líderes, senadores y diputados federales perredistas.

 

Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral del partido, apuntaló las críticas al interior del perredismo con una carta que envió a la dirigencia nacional del PRD donde pide la renuncia del presidente Carlos Navarrete.

 

Consultados por este diario, dirigentes de corrientes como René Bejarano por Izquierda Democrática Nacional (IDN), Carlos Sotelo por Patria Digna y Agustín Guerrero por Movimiento Progresista, coincidieron que se necesita una corrección de fondo en la política del PRD pues este partido está sumergido es una de las peores crisis que han vivido desde su creación en 1989, incluso, indicaron que podría afectarlos en las elecciones de junio de 2015.

 

“Hay un problema de debilitamiento de la credibilidad del PRD, en su conjunto y por eso se requiere de una reorientación general, de un golpe de timón y si no se hace las consecuencias serán peores para el PRD”, externó Bejarano.

 

Algunas medidas urgentes que propone IDN es una verdadera dirigencia de izquierda que se oponga al PRI, al PAN y al gobierno federal; así como impulsar la unidad de las izquierdas y rechazar acuerdos o alianzas con partidos de derecha.

 

En este sentido, Carlos Sotelo precisó que la crisis política tiene al PRD en una condición de “mucha fragilidad”, toda vez que ha perdido esa lucha en contra del PRI, el PAN y el gobierno.

 

“Lo importante es hacer del PRD un partido con vocación de poder, alternativo ante el PRI y PAN, opositor ante el gobierno de Enrique Peña Nieto, más que el aferramiento a un cargo”, declaró.

 

Bajo la misma premisa, el líder partidista Carlos Navarrete Ruiz aceptó que las decisiones equivocadas, omisiones evidentes, tolerancia con prácticas inaceptables han llevado al PRD a debilitar su presencia y autoridad ante la sociedad.

 

“Todos somos responsables de que esto haya ocurrido y esta situación se da en un marco de crisis nacional”, dijo.

 

Por su parte, Agustín Guerrero, de Movimiento Progresista (dirigida a nivel nacional por Marcelo Ebrard), indicó que la renuncia de Navarrete sería “un primer paso para restablecer la vida democrática en el partido”.

 

Miden descalabro del PRD

 

Al respecto, el diputado federal, Alejandro Sánchez Camacho (integrante de Izquierda Democrática Nacional), detalló que para medir el impacto de la crisis y sus consecuencias de cara a las elecciones de  2015, la dirigencia nacional realiza encuestas con grupos focales que indican la percepción ciudadana respecto a los perredistas.

 

“Hay una crisis avasalladora en el PRD y los alcances de sus efectos todavía no los tenemos claros, es oportuno que la dirección nacional del PRD haga un alto en el camino y reflexione una ruta general de forma integral, donde tienen que considerarse la permanencia o no en la dirección nacional actual del partido”, declaró.

 

Finalmente, ante la crisis el senador Miguel Barbosa propuso evaluada no solo la dirección del PRD, sino al partido en su conjunto.