Por un lado, la necesidad de observar y experimentar a todos los futbolistas que han sido convocados; por otro, la urgencia de consolidar a un once que se entienda, agrupe, perfeccione, pula, memorice.

 

No es un tema sencillo, pero Miguel Herrera ha apostado por la primera de las mencionadas premisas. Contra la selección de Bielorrusia, México sólo repetirá a uno de los que alinearon frente a Holanda y eso porque George Corral se lesionó, lo que obliga a repetir en el cuadro a Paul Aguilar. De ahí en más, son 10 las novedades.

 

Alfredo Talavera tomará el sitio de Guillermo Ochoa en la portería nacional. Junto a Paul estarán en la defensa Hugo Rodríguez, Catita Domínguez, Luis Venegas y Miguel Ponce. La tercia de medios la conformarán Jonathan Dos Santos, Jesús Tecatito Corona” y Alfonso González. Finalmente, al frente irán Giovani Dos Santos y Raúl Alonso Jiménez.

 

giovani

 

Lo mejor que podrá pasar a Miguel Herrera es que con un bloque tan distinto (e inédito) el Tricolor luzca con semejante poder, lo que evidenciaría que más allá de nombres o individualidades, su idea se impone y permea al plantel. Lo peor, que en el experimento se le pierda la posibilidad de analizar a elementos medulares para esta selección como Gio, o a otros muy prometedores como Jiménez, Poncho, Tecatito, Jona o Venegas, quienes podrían extraviarse en un equipo jamás rodado y que juega a conocerse, que se busca a lo largo del partido, que sobre la marcha se identifica.

 

Evidentemente, Herrera lo analizará poniendo en referencia la vicisitud de cada actuación, mas no es posible exigir lo mismo a la dupla Jiménez-Gio que una semana atrás a la conformada por Vela y Chicharito. Holanda resulta mucho más rival que Bielorrusia, pero nunca será igual tener detrás a una media tan consumada (Vázquez, Guardado y Héctor Herrera fueron titulares en el Mundial), que a una por hoy improvisada.

 

Por revisar un caso parecido, Brasil también organizó dos amistosos para esta fecha FIFA (Turquía hace unos días, Austria este martes) y repitió formación. Argentina, en tanto, volverá a poner ante Portugal a la mitad de quienes iniciaron contra Croacia. No es una ley, aunque sí algo que persiguen muchos estrategas: priorizar el entendimiento en el bloque al que se aferrarán una vez llegados los torneos.

 

Son estilos. Poco antes del debut mundialista, nunca habían actuado juntos los mexicanos que enfrentaron a Camerún en Natal, al tiempo que era fácil mencionar a al menos diez de los once que arrancarían con la mayoría de las selecciones importantes.

 

Entre el frío y la revolucionaria alineación, el partido en Bielorrusia tiende a convertirse en un ensayo que no aporte demasiado. En lo individual podrán ser extraídas muchas conclusiones, pero en lo grupal creo que no tanto (más allá de que se equivocan de término quienes le llaman equipo B; en todo caso, un Tri alterno).

 

Son tan escasas las ocasiones que tienen los seleccionadores para consolidar un once, que me da la impresión de que la decisión de Herrera no es la idónea (como tampoco me encanta la entrada masiva de sustitutos a un partido amistoso al minuto sesenta). Comprendo, sí, la necesidad de verlos a todos y que esto ayuda al grupo.

 

Como quiera que sea, el año del Tricolor mayor cierra este martes en la helada Bielorrusia, y eso acontecerá con seis titulares que no asistieron a Brasil 2014, dos que no tuvieron minutos (Talavera, Ponce) y uno (Jiménez) que apenas jugó unos instantes. Este debate sólo se zanjará una vez que llegue el próximo verano y veamos en Copa Oro y Copa América, cuánto de esto le resultó a Herrera.

 

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