La semana pasada dos hechos llamaron la atención de las autoridades. Utilizando armas blancas y con violencia, ladrones amenazaron a estudiantes en dos paradas de la Ruta 5 del PUMABUS en Ciudad Universitaria y los despojaron de su teléfono celular. Los robos se cometieron con menos de 36 horas de diferencia.

 

Aunque las denuncias se presentaron por separado, la similitud en modus operandi de inmediato llamó la atención de la Agencia del Ministerio Público especializada en Atención a la Comunidad Universitaria, que el sábado desplegó un equipo para confirmar la relación de los robos y su vínculo con otros cometidos anteriormente.

 

Pero la investigación fracasó por una cadena de agresiones y abusos en los que estuvieron involucrados supuestos estudiantes y las autoridades, y que dejó heridos de ambas partes y a un policía encarcelado.

 

Los únicos que no resultaron afectados fueron los asaltantes del PUMABUS.

 

Los robos

 

Según las averiguaciones previas FAAE/CU/T2/356/14-11 y FAAE/CU/T2/358/14-11 iniciadas en la referida agencia, los robos se registraron la semana pasada en dos puntos similares: en las paradas del PUMABUS que dan a las facultades de Filosofía y Letras, y en la de la Facultad de Medicina.

 

Ambos puntos de abordaje corresponden a la Ruta 5 de este medio de transporte que avanza sobre la zona norte de Ciudad Universitaria. En total, en todo el circuito universitario hay doce rutas. Más coincidencias: las víctimas en ambos casos fueron mujeres y se les amenazó utilizando un cuchillo para que entregaran sus teléfonos.

 

De acuerdo con autoridades de la PGJDF el robo de teléfonos celulares es el delito que más se comete en la zona, pero además resulta preocupante que en la mayoría de los casos se utiliza la violencia.

 

Para realizar las diligencias se eligió el sábado 15 de noviembre, aprovechando que hay menos tránsito en el campus. El equipo fue conformado por cinco personas, entre ellas un asesor jurídico de la UNAM y el policía de investigación Luis Javier Aguinaga Saavedra, con más de 10 años de experiencia y sin antecedentes negativos.

 

Todo el personal está adscrito a la Agencia del Ministerio Público especializada en Atención a la Comunidad Universitaria, ubicada a un costado del Metro Universidad, y cuya jurisdicción legal comprende precisamente la investigación de delitos que se cometen dentro de Ciudad Universitaria. Es por ello que cuenta con un representante jurídico de la UNAM permanente.

 

Indagatoria fallida

Cuando el equipo ministerial realizaba la primera inspección en la parada del PUMABUS de la Filosofía y Letras, la perito Susana Trejo utilizó su cámara para tomar fotografías, como es común en todas las diligencias ministeriales. No obstante, supuestos estudiantes que tienen tomado el auditorio Justo Sierra (Che Guevara) de la referida facultad se percataron de ello y los encararon.

 

De acuerdo con lo referido por policías capitalinos que hablaron con Aguinaga Saavedra, los jóvenes intentaron robarle la cámara a la perito, por lo que su compañero intervino e intentaron salir de la zona, no sin antes recibir múltiples golpes y pedradas.

 

El agente judicial destaca que al intentar huir se percató que perros azuzados por los estudiantes que lo iban persiguiendo, por lo que decidió dispararle hiriendo al animal, pero también al joven Miguel Ordaz de 24 años.

 

De acuerdo con los testimonios y los manifestantes, fue el policía quien de forma injustificada les disparó, por lo que tuvieron que defenderse.

 

Aguinaga Saavedra terminó con una herida en el cráneo y fractura de nariz, lesiones por las que se le realizó una mini cirugía en el Hospital Mocel. La PGJDF adelantó que sería consignado por abuso de autoridad y lesiones ante un juez del Reclusorio Norte.

 

El auto Sentra del equipo ministerial fue quemado la noche del sábado a unas horas del altercado. La cámara de la perito fue robada durante la agresión. La diligencia que se realizaba en la zona no logró completarse y mucho menos se pudo realizar la segunda inspección frente a la facultad de Medicina.

 

Los asaltos en los paraderos del PUMABUS quedaron impunes.

Operativo “de resguardo”

 

La quema del vehículo, en protesta por los disparos que el agente de investigación de la PGJDF hizo al interior de Ciudad Universitaria, desató una serie de hechos violentos que culminaron con el cese del mando policial encargado en la zona sur, y al menos ocho policías heridos.

 

Fue alrededor de las 8:30 de la noche del sábado pasado cuando personal del Heroico Cuerpos de Bomberos acudió a atender el reporte por la quema del auto del agente Aguinaga Saavedra, pero un grupo de jóvenes les impidió el paso, por lo que se desplegó a un grupo de 300 granaderos de la Policía capitalina para garantizar la seguridad y el trabajo de los bomberos.

 

Además, a la altura de Insurgentes Sur, donde los pseudoestudiantes colocaron un PUMABÚS a manera de barricada, y desde ahí agredieron con piedras y bombas molotov a los uniformados.

 

En redes sociales se difundió la versión de que el personal de la SSP-DF habría violentado la autonomía de la máxima casa de estudios al intentar quitar la barricada, y supuestamente también buscaron desalojar el Auditorio Che Guevara, sin embargo, ningún ninguna evidencia corroboró dicha versión.

 

Fue la madrugada del domingo, a las 12:30 horas cuando oficialmente el aérea de Comunicación Social de la Policía capitalina dio su versión de los hechos.

 

“No hubo enfrentamiento en CU, sí hubo contención y facilidad para que bomberos trabajaran (…) Es falso que la Policía del DF quiera desalojar el Auditorio Che Guevara en CU. Siguen resguardando la UNAM”, reportó la dependencia a través de su cuenta de Twitter.

 

De acuerdo con fuentes de la dependencia unos ocho policías quedaron lesionados, sin embargo, al respecto de la condición de los uniformados, o si ya habían sido dados de alta del Hospital Mocel, donde fueron trasladados, la SSP-DF no dio a conocer la actualización de su situación.