La disputa pública entre los líderes del grupo de la FIFA encargado de investigar la corrupción en candidaturas de la Copa del Mundo se manejará de ahora en adelante a puertas cerradas.

 

El esperado fallo sobre el otorgamiento de la sede de las próximas dos Copas del Mundo a Rusia y Qatar no hizo sino intensificar la tormenta en el organismo rector del futbol.

 

Casi cuatro años después de la elección de estos dos países como sedes respectivas de los Mundiales de 2018 y 2022, el juez del comité de ética de la FIFA exoneró a ambas naciones de cualquier acto de corrupción para ganar las votaciones.

 

Por ende, les allanó el camino para que realicen las próximas ediciones del Mundial.

 

El fallo del juez alemán Joachim Eckert llegó pese a las evidencias de algunos actos inapropiados por parte de ocho de los nueve países que se postularon como candidatos para organizar el Mundial.

 

Algunos críticos condenaron el reporte emitido por Eckert, al considerar que sólo tenía la intención de limpiar artificialmente el proceso. El fiscal estadounidense, Michael García, que encabezó la investigación fue una de las voces que más cuestionaron el fallo.

 

Eckert se comunicará con el estadounidense, quien catalogó como “incompleto y equivocado” el informe q que resumió su pesquisa sobre los procesos de candidaturas para los mundiales de 2018 y 2022.

 

Garcia prometió el jueves que apelará ante la FIFA la decisión de Eckert de cerrar la investigación contra Rusia y Catar, ganadores de la votación, lo que dejó al descubierto las diferencias entre los colegas.

 

“Tengo y quiero hablar primero con García”, escribió Eckert a The Associated Press.

 

El citado informe, consta de 42 cuartillasn fue difundido por la FIFA, que buscaba avalar la integridad en el proceso de selección de los organizadores, se vio así cuestionado en sus propias bases éticas.

 

En tanto, el líder de la CONCACAF, Jeffrey Webb, y el presidente de la Federación estadounidense, Sunil Gulati, instaron a que se divulgue el trabajo de García, censurando sólo el contenido que de verdad lo amerite. Tanto Webb, de las Islas Caimán, como Gulati, son miembros del comité ejecutivo de la FIFA.

 

“Ante el desacuerdo entre los dos presidentes de las Cámaras de Investigación y Adjudicación del Comité de Ética y con el fin de garantizar una plena transparencia, creemos que el reporte completo… debería hacerse público lo más pronto posible”, dijeron ambos dirigentes en un comunicado conjunto.

 

El juez alemán rehusó abundar sobre el conflicto con GarcÍa por un caso que en gran medida definirá la capacidad y el deseo de la FIFA para mejorar su imagen luego de una serie de escándalos de corrupción.

 

En una entrevista con la BBC, Eckert dijo que está “sorprendido, no escandalizado” por la respuesta de Garcia.

 

“Llevo mucho tiempo en este cargo, creo que ya nada me sorprende”, dijo el abogado, quien ha juzgado casos durante 36 años en Munich, Alemania.

 

El reporte de García critica una cultura de privilegios en la FIFA y cuestiona la efectividad del liderazgo de Blattter, dijo un funcionario cercano a la investigación, en declaraciones a The Associated Press. La fuente habló a condición de permanecer anónima porque el documento es confidencial.

 

La FIFA podría suspender a García si revelara detalles del caso, y podría destituirlo cuando los líderes de las 209 federaciones que integran el organismo se reúnan en su congreso, el 29 de mayo. Ese mismo día, se espera que los miembros reelijan a Blatter para un quinto periodo.

 

El reporte de Eckert parece confirmar que la Copa del Mundo 2022 se jugará en Qatar —si bien se desconoce la fecha exacta en que se llevaría a cabo mientras la FIFA busca una alternativa al calor desértico de junio y julio. Qatar también está bajo la lupa por el trato que da a los trabajadores extranjeros.

 

“La FIFA se alegra de que se haya logrado dejar atrás esto en cierta medida”, indicó el organismo el jueves en un comunicado antes de que García anunciara sus objeciones. “En ese sentido, la FIFA espera continuar con los preparativos para Rusia 2018 y Catar 2022, que de antemano van en buen curso”.

 

La apelación haría más difícil dejar atrás el asunto. Podría llevar a la FIFA y a algunos de sus funcionarios ante tribunales deportivos, incluso en 2016.