La perspectiva de crecimiento para este año será ajustada por parte del Banco de México (Banxico) señaló el gobernador Agustín Carstens, al presentar su reporte sobre el sistema financiero del país.
Destacó que ya se ve una recuperación de la economía mexicana y que la estabilidad financiera del país es buena y sólida, aunque no se puede caer en la complacencia.
En dicha ceremonia, Carstens reconoció que la inseguridad es la mayor preocupación de los analistas. Informó que al observar estabilidad se realizó un estudio sobre los factores que podrían afectarla, como los externos principalmente, pero aseguró el sistema macroeconómico mexicano ha ayudado a esta estabilidad.
Al presentar el Reporte sobre el sistema financiero a octubre de 2014, afirmó que México está creciendo de manera más alta y esperamos sea de manera sostenida, ello tras haber crecido a tasas bajas durante el año pasado, incluso con variaciones trimestrales negativas.
La estabilidad financiera en México “está bien”, dijo, pues se ha venido trabajando en ese sentido y el marco macroeconómico también ha ayudado, “aunque difícilmente podríamos decir que estamos exentos de todo riesgo”.
Agregó que lo que ha apoyado a la economía es principalmente la manufactura, que ha tenido un buen desempeño, precisó.
Ajustes la próxima semana
No obstante, precisó, “el mensaje fundamental es que sí, ya se ve una recuperación económica”, y el sistema bancario mexicano está sano, en capacidad de enfrentar problemas de liquidez y, sobre todo, tiene capacidad de apoyar el crecimiento económico del país.
Carstens reveló que de los 44 bancos que operan en México, sólo tres no están cumpliendo con la regulación, aunque confió que esto se resolverá el próximo año; “son bancos muy pequeños y no vemos al fin del día algún problema al respecto”.
“La situación de estabilidad financiera del país es bastante buena, es sólida, pero que no podemos caer en la complacencia”, subrayó el banquero central.
Para ello, dijo, hay que seguir procurando la implementación de las mejores políticas económicas posibles y, sobre todo, vigilar a aquellas actividades que se desarrollan fuera del perímetro regulatorio y que “en algún momento dado podrían contaminar al resto del sistema financiero”.