LAGOS. Un nuevo ataque suicida contra una institución educativa causó 48 muertos en la ciudad nigeriana de Potiskum, en el noreste del país, en uno de los peores atentados en meses en una zona sometida a la violencia terrorista del grupo fundamentalista islámico Boko Haram.

 

 
La cifra de muertos fue confirmada por fuentes del Hospital General de Potiskum, donde se atendió a los cerca de ochenta heridos en el atentado, ocurrido por la mañana.

 

El terrorista accedió al instituto de secundaria disfrazado de estudiante e hizo estallar el artefacto explosivo que llevaba encima durante la asamblea de alumnos que precedía a las clases en el centro.

 

La matanza se produce una semana después de que un ataque suicida similar segara la vida de veinte personas en la escuela islámica Faydia de Potiskum, que pertenece a un grupo de la rama chiíta del islam.

 

Nadie ha reivindicado hasta el momento la autoría de la acción, pero los analistas apuntan a Boko Haram, que ha llevado a cabo ataques parecidos en el pasado.

 

Testigos de los hechos relataron a la prensa local escenas dantescas tras la explosión, que dejó a varias víctimas decapitadas.

 

Tras recibir a las decenas de heridos, el Hospital General de la ciudad ha pedido a los ciudadanos que donen sangre, para poder cubrir las necesidades de los estudiantes ingresados.

 

Indignados por la frecuencia de este tipo de ataques en Potiskum y sus alrededores, jóvenes de la localidad -situada en el estado de Yobe- trataron de impedir el acceso de los soldados y la Policía a la escuela.

 

El atentado tiene lugar el día antes de que el presidente del país, Goodluck Jonathan, anuncie oficialmente que se presenta a las elecciones para conseguir un segundo mandato.

 

La declaración de Jonathan, prevista para hoy en la capital, Abuya, podría aplazarse en señal de duelo por la matanza.

 

En un comunicado, la Presidencia condenó el ataque y prometió a los habitantes del estado de Yobe que el Gobierno Federal hará pagar a los responsables de este acto terrorista.

 

“El presidente garantiza a todos los nigerianos que, pese a lo que puedan parecer pasos atrás, su administración sigue completamente comprometida en lograr la victoria en la guerra contra la insurgencia y el terrorismo”, reza el texto.

 
Según diversos observadores, la continuación de los ataques terroristas desmiente el acuerdo de alto el fuego con Boko Haram anunciado el mes pasado por Jonathan.

 

El propio líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, ya desautorizó este mes al presidente, al negar que la milicia hubiera firmado ningún compromiso con las autoridades.

 

Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales “La educación no islámica es pecado”, mantiene una sanguinaria campaña en el país que ha costado la vida a más de tres mil personas en lo que va de año, según datos del gobierno nigeriano.