De alguna manera sé que la reconstrucción social nos toca a todos los que formamos parte de este hermoso país, y es a partir de cada uno de nosotros, actuando correctamente, haciendo con profesionalismo aquello que nos toca hacer, siendo responsables de nuestros actos y sus consecuencias, es decir, trabajando cada quien desde su lugar, haciendo nuestra labor lo mejor posible, respetando, siendo formales, cumplidos, entregados, disciplinados en beneficio nuestro y de nuestra comunidad.

 

saltoalvacio3

 

Siempre tratando de ver no sólo lo que es bueno para mí, sino para mi país. Una posibilidad para iniciar el cambio puede ser el hacer un alto en nuestro día a día y preguntarnos: ¿la vida que he vivido hasta hoy ha valido la pena?, ¿me siento satisfecho con lo que soy? En el desempeño de mi trabajo ¿realmente me entrego y lo hago lo mejor posible? ¿En qué puedo mejorar para ser mejor persona?, ¿les puedo enseñar a mis hijos a hacer sus tareas en base a los principios de respeto y orden? ¿Puedo apoyar a mis empleados de manera diferente a lo que he hecho hasta ahora para que sean más felices, los impulso para que se preparen más? ¿Estoy haciendo realmente lo que me gusta hacer? ¿Soy una persona feliz con lo que soy y con lo que hago? ¿O tengo que hacer cambios en mi vida para sentirme mejor conmigo mismo y así irradiar y proyectar mejor energía, mas positiva a mi alrededor? ¿Soy generador real de un cambio a mi nivel personal? ¿Me he ocupado de mi persona para sentirme satisfecho?

 

Sería bueno que cada uno de nosotros pudiéramos hacernos este tipo de preguntas, para saber por dónde andamos, darnos cuenta de cómo estamos, cómo nos sentimos y qué podemos hacer para estar y sentirnos mejor; primero con nosotros mismos y después con nuestro medio directo, con nuestra pareja, con nuestros hijos, con nuestra familia, con nuestro trabajo, etc. Haciendo los cambios a partir de nuestra propia vida, de nuestra individualidad, nos puede ayudar a hacer transformaciones en los demás niveles, es decir, partiendo de lo particular hacia el nivel más general, la sociedad.

 

Es ahí donde todos y cada uno de nosotros podemos actuar y poner nuestro granito de arena para crear una sociedad más limpia, una sociedad con valores, que se sienta más satisfecha consigo misma, que acepte los retos que implica la trasformación y que gracias a esto se pueda sentir la confianza general de que cada uno de nosotros podemos cooperar individualmente para ayudar a transformar la sociedad en la que vivimos.

 

Hacer un alto en nuestra vida y cuestionarnos nos da elementos para armar un plan hacia el futuro y buscar la transformación. Quien se queda dormido sin mirarse ni escucharse se ausenta de sí mismo y de su mundo, lo cual no ayuda y no es positivo, hay que despertar, eso es lo que necesitamos, despertar, darnos cuenta y visualizar qué queremos para construirlo, partiendo desde donde sí podemos, partiendo de nosotros y de nuestra familia. Ahí esta la semilla del cambio.