AYOTZINAPA, Tixtla. A 43 días de distancia la herida sangra con el mismo dolor. Los padres de familia siguen en espera de sus hijos desaparecidos. Y también a 43 días las muestras de solidaridad con los normalistas aumentan día a día.

 

Estudiantes y colectivos de diversas escuelas entre ellas la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), y de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) llegaron para brindarles su solidaridad. En una caravana que partió ya entrada la noche de la Ciudad de México, en varios autobuses arribaron a la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, donde los familiares están reunidos.

 

Consigo traen alimentos, víveres para ayudar a estos padres que siguen en demanda de justicia a solventar su dura realidad, pero sobre todo les dicen: “No están solos”.

 

En el centro del patio de la Normal de Ayotzinapa sigue instalada una ofrenda con veladoras que se consumen y dan muestra de la fe de los padres.

 

Sus rostros reflejan el paso del tiempo. Sus atuendos retratan sus comunidades, algunas muy lejanas y a las que no regresarán hasta tener certezas.

 

Guerrero-79Las mujeres son el pilar de esta espera, no se cansan, sentadas en un escalón de concreto registran con su mirada todas las muestras de solidaridad.

 

Entre ellas se abrazan, comparten lágrimas, historias y esperanzas. “Aquí esperaremos hasta que aparezcan” . dicen.

 

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!. Se ha vuelto un grito de exigencia todos los días por parte de los familiares de los estudiantes que siguen sin aparecer. Y a quienes la víspera las autoridades les hablaron de nuevas líneas de investigación, de restos calcinados y más tortura.

 

En la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, las hojas del calendario siguen desprendiéndose sin detenerse. Los argumentos de las autoridades federales siguen sin convencerlos.

 

Estudiantes de la mayoría de las escuelas publicas y privadas de México se han solidarizado con el movimiento de Ayotzinapa. DE