BEIRUT. Combatientes del grupo yihadista Estado Islámico ejecutaron y crucificaron entre el domingo y ayer a catorce hombres en la provincia de Deir al Zur, en el noreste de Siria.

 

 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que dos de los fallecidos fueron asesinados por los radicales en los pueblos de Shahil y Zidan, en el este de Deir al Zur.

 

Uno fue ejecutado por supuestamente trabajar para la policía del régimen de Bachar al Asad y el otro era ex miembro del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, y sospechoso de haber luchado contra el EI en el pasado.

 

Otros tres prisioneros del EI fueron decapitados en la calle Al Takaya, en el barrio de Al Hadimiya, en la ciudad de Deir al Zur, capital provincial.

 

Dos fueron acusados por los extremistas de ser leales al régimen de Al Asad, mientras que el tercero presuntamente era integrante de un grupo rebelde contrario al Estado Islámico.

 

Tras la ejecución, los yihadistas crucificaron sus cadáveres en la verja del jardín Al Fasla entre los distritos de Al Hamidiya y Al Yabalia.

 

El EI también ejecutó a otras 36 personas, entre ellas mujeres y niños, pertenecientes a la tribu Albunamr en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak.

 

La organización yihadista ha ejecutado a unos 370 miembros del clan Albunamr durante los últimos días, después de que el EI se hiciera con el control de Hit hace dos semanas.

 

El Estado Islámico acusa a esta tribu de colaborar con el gobierno iraquí y de combatir a su lado en Al Anbar, por lo que los yihadistas emitieron una fatua (dictamen religioso) en el que se afirma que son “apóstatas y deben ser asesinados”.

 

 

El EI proclamó un califato en Irak y Siria en junio, tras conquistar zonas del norte y el centro de ambos países.

 

 

 

Israel da 22 meses de cárcel a ciudadano por combatir con EI

 

 

JERUSALÉN. Un tribunal de la ciudad de Haifa (norte de Israel) condenó a 22 meses de prisión a un palestino con ciudadanía israelí por haber entrenado con milicianos del Estado Islámico en Siria.

 

 
Ahmad Shurbaji, de 23 años y de la localidad de Um El-Fahem, la ciudad árabe israelí más importante del país, fue condenado en septiembre por haber entrado de manera ilegal en Siria y haber entrenado con el EI, aunque la sentencia se conoció ayer.

 

La corte aceptó la alegación del Estado de que “ir a un país enemigo para (recibir) entrenamiento militar, especialmente Siria, y más en particular para entrenarse con el Estado Islámico, es una ofensa que supone una grave amenaza a la seguridad de Israel”.

 

Los abogados de Shurbaji basaron sus alegatos en que el acusado trató, mediante este entrenamiento, de ayudar a rebeldes en su lucha contra el régimen de un estado enemigo.

 

El veredicto señala que los ciudadanos árabes israelíes que regresan de luchar en Siria pueden poner en peligro la seguridad del Estado de diversas formas, como emplear la experiencia militar adquirida para atacar Israel o crear lazos entre combatientes retornados y milicianos de la Yihad Islámica global.

 

El auto de acusación, presentado en mayo contra Shurbaji, indicaba que éste participó en enfrentamientos armados en los que tomó parte el EI contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

 

El ahora condenado entró en territorio sirio a través de Turquía el pasado enero y regresó en abril al país por el aeropuerto internacional de Ben Gurión, próximo a Tel Aviv, momento en el que fue arrestado por las fuerzas de seguridad.